Benson Boone fue indudablemente el mejor número de la primera jornada de Lollapalooza Chile 2025, junto con Olivia Rodrigo como final.
Un sol inclemente por momentos, diversidad de colores y nuevas generaciones de aficionados, fueron protagonistas de la primera jornada del festival Lollapalooza Chile 2025, desarrollado nuevamente en el Parque Cerrillos, que volvió a vibrar con un viernes 21 de marzo cargado de diversidad musical, desde el indie rock más íntimo hasta el pop explosivo de la gran cabeza de cartel. Sin embargo, con un cartel que podría haber sido mucho más potente en cuanto a propuestas internacionales.
Entre instancias de euforia colectiva, sensualidad desbordante y algunas pausas inesperadas, Lollapalooza Chile 2025 arrancó con una oferta de shows que dejó huella para quienes fueron testigos de este magno evento musical.
En Revista La Máquina estuvimos presntes y por ello es que te brindamos un análisis de los conciertos que pudimos vivir en la primera jornada de Lollapalooza Chile, producción de Lotus, junto con las mejores fotografías de nuestro equipo.
Indios: indie rock en calma con sabor argentino
Los rosarinos de Indios ofrecieron un show tranquilo y liviano, con algunos problemas de sonido que empañaron su propuesta. A pesar de ello, su repertorio contemporáneo conectó con los amantes del indie rock. En un momento inesperado, la banda rompió el hielo con el público chileno con la frase “mijito rico”, logrando sacar sonrisas y generar cercanía. No fue el show más vibrante del día, pero sí una muestra fiel de su esencia musical.

Elena Rose: empoderamiento, pasión y orgullo venezolano
La venezolana-estadounidense Elena Rose desplegó un espectáculo sumamente personal, donde mezcló sus influencias urbanas, latinas y pop con una entrega total. Con una voz mucho mejor preparada que varias exponentes del género urbano, sus canciones oscilaron entre el desamor y el amor propio, resonando fuerte entre los asistentes. En un gesto de orgullo y conexión, ondeó la bandera de Venezuela, reafirmando sus raíces. Un punto alto fue cuando su voz brilló en una balada intensa, demostrando su versatilidad y sensibilidad artística.

Dante Spinetta: funk, erotismo e improvisación magistral en Lollapalooza Chile
El hijo del legendario Luis Alberto Spinetta dejó claro que la genialidad corre por su sangre. Con una banda impecable y un show cargado de groove, Dante Spinetta ofreció una de las presentaciones más sólidas de la jornada. Los sintetizadores, la batería y su guitarra construyeron un set de alta calidad, repleto de momentos de improvisación sorprendentes. La sensualidad innata de Dante marcó su puesta en escena, recordando la riqueza del funk en su máxima expresión.

Soulfía: sensualidad y talento en una puesta en escena explosiva
La chilena Soulfía llegó con la actitud y el desplante de una estrella consolidada. Su mezcla de reguetón con sonidos salseros, acompañada de un cuerpo de baile preciso y una producción impecable, la posicionó como una de las grandes promesas del género. Su show evocó a referentes como Lola Índigo, Nathy Peluso o Rosalía, pero con una identidad propia que le permitió brillar con luz propia. Su voz poderosa, combinada con sensualidad y madurez escénica, hicieron de su presentación un momento inolvidable para sus fanáticos.
Cabe mencionar que uno de los momentos más comentados fue cuando invitó al cantante nacional Kidd Voodoo (quien se presentará con su banda Resonancia Etérea el sábado 22 de marzo) para interpretar la canción “BYEBYE”, el cual puedes ver acá:
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Joe Vasconcellos: un torbellino de fiesta y energía en Lollapalooza Chile
Imparable e incombustible, Joe Vasconcellos demostró que sigue siendo uno de los músicos más vigentes de Chile. Desde el primer acorde de “Mágico”, el público se entregó a la fiesta que ofreció el cantautor. Vestido de impecable blanco, reflejando el intenso sol que bañaba el Parque Cerrillos, entregó un show vibrante de principio a fin. Su banda, de una precisión absoluta, logró que cada tema se convirtiera en un himno. Sin duda, una de las presentaciones más memorables del festival.

Girl in Red: dulzura y desamor en clave de bedroom pop
La noruega Girl in Red trajo su propuesta íntima y emocional, marcada por una puesta en escena alineada con su mensaje de amor, desamor y diversidad. Si bien su show levantó al público en varios momentos, también cayó en cierta monotonía. Sin embargo, su carisma y autenticidad lograron mantener el interés de sus seguidores, con constantes mensajes de apoyo a la comunidad LGBTIQ+ y una interpretación sentida de cada canción.
Benson Boone: un huracán de talento en Lollapalooza Chile y conexión con el público
Desde el primer segundo, Benson Boone dejó en claro que su show sería de otro nivel. Vestido de un rojo intenso, ingresó con su ya clásico piano y, tras una voltereta acrobática, comenzó a recorrer el escenario con una energía arrolladora. Su calidad vocal es innegable, acercándose a figuras como Harry Styles, pero con una teatralidad que recuerda a Freddie Mercury. Cada canción fue una exhibición de talento puro, con momentos inolvidables, como cuando bajó al público, generando una conexión mágica con sus fans. Sin duda, el mejor recital del día. Además, sorprendió con su esfuerzo por hablar en español, un gesto que conquistó aún más a sus seguidores. Indudablemente, es uno de los grandes referentes del nuevo pop mundial.
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Rawayana: reggae y fusión con carisma, pero sin sorpresas
Los venezolanos de Rawayana, ganadoras de un Grammy hace poco tiempo, ofrecieron un show correcto, con una fusión de reggae y urbano que encajó bien en el festival. Aunque su propuesta no destacó por su originalidad, su energía se transmitió a los asistentes, quienes disfrutaron, incluso, de un medley que incluyó un homenaje a Michael Jackson. Carismáticos y con un nicho bien definido, dejaron una buena impresión, aunque sin momentos realmente memorables.

Olivia Rodrigo: pop rebelde con alma de rockstar
La estrella estadounidense cerró la jornada con un show digno de su estatus. Desde su entrada con la intro de “We Got The Beat” de The Go-Go’s, hasta los momentos más íntimos al piano, Olivia Rodrigo conquistó al público chileno. Con un manejo escénico impecable, transitó entre la dulzura y la rabia, el empoderamiento y la vulnerabilidad, entregando un setlist cargado de éxitos. Su interacción con el público fue clave, especialmente cuando el show se detuvo por la seguridad de los asistentes. Su emoción fue palpable al exclamar: “¡Es mi primera vez en Chile y cabeza de un puto festival!”. Un espectáculo vibrante que equilibró la teatralidad con la esencia del pop contemporáneo, consolidando su lugar en la cima del género. Hasta con cover de No Doubt, con la canción “Don’t Speak”, se lució.
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Galería de fotos por Catalina Navarro Fritis (Revista La Máquina):