Con multitudinarios espectáculos confirmados para este 2020 como Metallica, Kiss y Maroon 5, de seguro tendremos que esperar hasta el segundo semestre para verlo en marcha. Así pronostica la Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (AGEPEC) el comienzo de la aplicación de la llamada “Ley de Teloneros”, con bandas y solitas chilenos abriendo el espectáculo de artistas internacionales.
Recientemente, la Cámara de Diputados aprobó por 128 votos a favor y 16 abstenciones las modificaciones a la ley n°19.928 de Fomento de la Música, que incluye, por ejemplo, la cuestionada normativa en que las radioemisoras deben emitir en su programación diaria al menos el 20% de música chilena.
Todos los conciertos extranjeros, tal como esgrime la ley, que cuenten con un telonero nacional quedarán exentos de pagar el IVA que se le exige a esta clase de espectáculos, el que corresponde al 19% del precio de cada entrada. Asimismo, se explica que la convocatoria debería ser mínimo de 600 personas para la aplicación de la legislación.
Además, en los próximos días, AGEPEC y la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), deberán definir cuánta será la duración de estos shows previos y bajo qué condiciones técnicas.
¿Qué dice el circuito underground chileno?
Una de las aristas que preocupa tanto a los artistas, productores y a la industria musical chilena en general, es la prelación de artistas con mayor popularidad y alcance mediático. Por dar un ejemplo, que en un concierto como Kiss, los teloneros predilectos sean Los Tres; o que en un show de Lady Gaga sea Francisca Valenzuela la encargada de la apertura.
En ese cometido, el incentivo a brindar espacios a artistas alineados al circuito más independiente es una de las tareas preponderantes y así, realmente, abrirle la puerta a los músicos chilenos.
Haciendo un poco de memoria, el bajista de la banda santiaguina The Orange Rocket, Felipe Olivares, reafirmó que muchas veces no todo se soluciona con una normativa: “Lo que espero con esta nueva ley es que no suceda lo mismo que con la ley de la música chilena en las radios, y esta vez sí se dé cabida a bandas independientes, emergentes y de regiones y no a los mismos de siempre. Incluso iría más allá y también extendería esta ley de teloneros a las propias bandas chilenas que se presenten ante más de 600 personas”.
Para Javier Belt de la banda de grunge, Ciudadanos, en la escena nacional existe buen material para que el público chileno disfrute con bandas nacionales en recital de alta envergadura.
“En chile hay bandas muy buenas porque se está haciendo un muy profesional trabajo. Es genial ver cómo amigos(as) de otras bandas tienen la oportunidad de presentar su show en un evento de alta audiencia en recintos de altas proporciones”, declara Belt.
Sin embargo, la bien intencionadamente ley busca promover la música chilena con la exención del IVA a quien contemple con un telonero chileno, intentando promover el fomento de los talentos regionales cuando el evento se realice en una región distinta a la metropolitana. El proyecto original contemplaba un evento “masivo” sobre los 3.000 asistentes bajando esta cifra a los 600 asistentes, ampliando con ello la aplicación de esta ley.
“Creo que lo que falta es apoyo logístico. Si bien la ley hace mención a obtener un porcentaje del monto recaudado por el show, es necesario quizás también hacer una mejora en lo organizacional. Me gustaría que la ley también tuviera un ítem que mencione el ayudar a la banda ese día con movilización, ya que las bandas tienen que llevar todos sus equipos para poder tocar generalmente en esos eventos. Para mí, todo lo demás que promulga esta nueva ley está perfecto”, asegura Ricardo Elizade de la agrupación OMEGA, que “teloneó” a Linkin Park y Korn.
La mala leche
En redes sociales abundan los malintencionados comentarios que apuntan a un momento desafortunado, oír a una banda de baja calidad o simplemente que no guste por medio de la imposición.
“Nosotros creemos que buena nunca hemos ido a un concierto en el cual el público chileno trate mal a la banda telonera, a no ser que la calidad fuera demasiado mala pero no ha sido el caso”, enfatizó Javier Belt de Ciudadanos.
Desde esa perspectiva pareciera ser que las redes sociales no reflejan el sentir de los fans o los asiduos a la música.
“Esta ley instaura un nuevo precedente que da nacimiento a un movimiento mucho más fiel de parte de la audiencia. No hay mejor experiencia que ir a ver una banda de renombre y después ver a una banda telonera que puede ser igualmente que la banda por la que tú pagas por el show. Es en ese instante en donde la audiencia se fideliza con la música nacional”, aseguró Elizalde de OMEGA
“Yo creo que en la gran mayoría van a aceptar teloneros chilenos con tal de ahorrarse ese impuesto. Claro que habrá casos que, debido a exigencias propias de las bandas internacionales, será imposible presentar teloneros”, enmarca Olivares de The Orange Rockets.
Solo el 50% de las entradas estará para clientes exclusivos, es decir para clientes de una marca, abriendo el abanico de personas puedan acceder a entradas por condiciones generales y abiertas de venta. En contraposición de otros mercados como el fútbol y los supermercados donde no existe dichas diferencias.
Un gran vació en la ley será su nulo efecto sobre los festivales masivos, una mina de oro para la industria.
Desde la mirada de tres bandas que están en el escenario chileno de la música, hay consenso y una mirada crítica con respecto a lo que puede conseguirse y lo que realmente pasa en nuestro país con nuestra cultura musical y el apoyo chileno.
“Telonear y tener la posibilidad de compartir escenario con la banda de mi infancia, es un sueño que no muchos pueden contar. Fui afortunado de tener los contactos en el momento correcto y el material que teníamos era excelente. Presentamos nuestros discos ante ellos en una reunión muy corta y la banda dieron el vamos . Aprobando una fiesta inolvidable que atesoraré por siempre”, contó Elizade.
Finalmente, parece existir público para todo tipo de bandas y no tan solo en eventos con una producción de envergadura, el circulo independiente tiene fuerza y muchos le tienen cariño, creando una especie de fraternal familia entre fanáticos, músicos y todos sus involucrados.
“En el circuito independiente, generalmente prima la generosidad entre músicos, debido a que las realidades (en muchos casos) son parecidas en términos de inversión de tiempo, trabajo y esfuerzo (…) Si en un futuro nos toca ser literalmente teloneros de una banda gigante, abordaremos la instancia con el mismo entusiasmo y cariño que lo hacemos en nuestro circuito independiente”, concluyó Olivares de The Orange Rockets.
Con unanimidad el Senado aprobó la llamada ley de teloneros, que espera promulgarse como ley a mediados de año.