Con una gran presentación de Evanescence, pero con grandes errores de producción y organización, el Milenia Fest fue una decepción total.
Quiero decir que estoy decepcionada, pero siento que me estoy quedando corta. No hay palabras para describir la pésima experiencia que fue el sábado 14 de octubre en el Milenia Fest, desarrollado en el Espacio “Riesgo”.
La primera impresión: no era en el Espacio Riesco como tal, sino en el estacionamiento, cosa que nos extrañó bastante al llegar. El suelo eran, en su mayoría, piedras, dificultando mucho el caminar por ahí.
La primera banda fue Sien en tu Sien, en el escenario 2, una gran banda de rock chileno, la cual, lamentablemente, ya estaba casi terminando cuando llegamos, con escaso público, por cierto.
Cabe mencionar que los cuatro food truck que había para alimentar a todo el festival, el único punto de hidratación y los baños aún no estaban completamente llenos a esta hora.
En La Máquina Medio estuvimos en el Milenia Fest y te dejamos nuestro análisis de uno de los eventos musicales más decepcionantes del último tiempo.
Un poco de las bandas: primero lo positivo
A New Dawn fueron los siguientes, en el escenario principal. Fue un show completo y estuvieron muy conectados con el público. Al final, mientras avisaban que serían teloneros de Candlebox en el Club Amanda, su micrófono dejó de sonar, cosa que arreglaron en breves segundos.
Chaos Magic fue la tercera banda en presentarse, que, si bien no son tan millenial, su rock alternativo destaca en el escenario 2, con un retraso de aproximadamente 20 minutos por problemas técnicos. La cantante, Caterina, se disculpó y su show duró 10 minutos. Trajo invitados, el dúo chileno Delisse, de rock alternativo. El sonido falló bastante durante su presentación, la voz de Caterina sonaba considerablemente más bajo que todos los instrumentos, pero el desplante de ella en escena fue muy agradable de ver y su vestuario estaba precioso.
SinKarma fue un espectáculo bastante completo, sin problemas técnicos y bastante conectado con el público, hasta los que no lo conocíamos por completo, estábamos moviendo la cabeza al compás de sus canciones.
All Tomorrow, por su parte, encendieron al público con su hard metal, algo impresionante, considerando que estaban a pleno sol.
Frank’s White Canvas, fue un espectáculo casi impecable, solo en su primera canción, se escucharon unos problemas técnicos. Con Francisca Torés como baterista y Karin Aguilera como guitarrista y vocalista, brillaron en el escenario principal. La personalidad de Karin y esa versatilidad al cantar y bailar, mientras toca la guitarra y la pasión de Francisca al tocar la batería, hizo de su presentación memorable y entretenida para todos.
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Las siguientes bandas fueron Rama y Gufi.
Rama, una banda de rock oriunda de Santiago y Gufi, una banda de punk chilena, calentaron los ánimos a esa hora, pero los problemas técnicos seguían, pues el guitarrista, Tim, no escuchaba nada desde sus audífonos. Mención honorífica para los que estuvieron desde las 12:45 pm, pues, a la hora que Gufi terminó la gente se veía cansada.
Sin duda, Nonpoint fue una banda que llenó el escenario 2, siendo estadounidenses, hablaban muy bien es español y todos iban vestidos de un rojo que contrastaba con el negro del escenario.
Steel Panther fue toda una función, entre sus canciones hablaban con el público; las bromas sobre la edad o el miembro viril de la banda hacia Michael Starr hizo que la multitud riera y disfrutara de su rock al más puro ritmo de los 2000, hasta que el micrófono de Starr dejó de funcionar por unos momentos y se lo tuvieron que cambiar por falta de baterías. Desde aquí, las bandas se pueden considerar un poco más de rock millenial.
Desde Alien Ant Farm, empezó a llegar más gente al estacionamiento que usaron de recinto y se sentía el ambiente más gótico, esta banda de 1996, destacó su cover final de “Smooth Criminal”, del ya fallecido Michael Jackson, que hizo cantar a todo el estacionamiento -me niego rotundamente a decirle recinto como tal-.
Candlebox, quienes anunciaron su despedida de los escenarios durante su presentación, prepararon a los millenials con su rock, su grunge, fue un espectáculo lleno de solemnidad que lamentablemente no pude disfrutar mucho debido a la fila de hora y media que tuvimos que hacer para comer algo.
Evanescence: La salvación
Evanescence, es mi banda favorita y sin lugar a dudas, Amy Lee ha superado su habilidad y versatilidad en el escenario. Después del cierre de Candlebox, aproximadamente a las 20:40, esperamos hasta las 22:00 para poder ver salir a Evanescense, cosa que me parece mucho tiempo de espera, considerando a los que se encontraban ahí desde las 13:00. Amy Lee comenzó cantando “Bitter Than True” y toda la multitud comenzó a corear la canción.
Con dos súper mix de sus canciones, la banda pasó por su discografía completa de una manera magistral, recordándonos a esa joven Amy Lee llena de energía, que nos cautivaba con sus jeans y poleras a rayas. La batería de Will Hunt resonó con una precisión impecable y el bajo, por parte de Emma Anzai, quien es el miembro más reciente de la banda (2022), tocó con una frescura, sin duda el talento de cada uno por separado es bueno, pero junto hace que la banda sea lo que todos estuvimos esperando desde que pusimos un pie en Milenia.
La mayoría se quedó para ver a Evanescence. Era el broche de oro del Milenia, creo que el sufrimiento de la mayoría valió la pena, porque su presentación ha sido una de las mejores que he visto y, por fin, todo se escuchaba sin ningún desperfecto técnico.
Lo que sí no me gustó, fueron las transiciones de las pantallas, cuando estas cambiaban durante Evanescence, la pantalla se iba a negro y, 1 segundo después, volvía. Hubo un momento que ni siquiera se había ido en transición y la pantalla se puso negra igual.
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Milenia Fest y el problema de producir algo en lo que no tienes interés
Se notó el poco interés de la producción al realizar el evento Milenia Fest y como Amy Lee dijo: “Voy a pelear por ustedes y ustedes pelean por mi. Usa tu voz”, y lo que pasó esa noche fue una injusticia para todos los presentes de la que no puedo quedarme callada.
El suelo; yo me tropecé muchas veces al caminar y fue sumamente peligroso mantener las piedras, porque en el caso de que hubiera habido alguna pelea o una banda dijera algo que a alguno de los presentes no le habría gustado, este perfectamente pudo haber agarrado una piedra y tirarla. Mínimo tener un respeto por los artistas, si no lo tienes por su público y haber puesto algo para cubrir el piso.
La rampa para discapacitados fue poco menos que una burla a quienes querían ver el show, había una estructura que tapaba un poco más de la mitad de la vista del escenario principal, el escenario 2 se veía perfectamente.
La gente que pagó VIP tuvo muchísimos problemas al intentar ver el show, porque la gradería VIP estaba en un ángulo que es imposible disfrutar de la pantalla completa, por lo que muchos estuvieron en cancha general, además que, conversando con algunos de los VIP que se encontraban en cancha, por internet no dejaba comprar Terraza VIP, que es donde se estaba permitido la venta de alcohol, así que compraron el boleto de Terraza normal, que estaba a la otra esquina del lugar.
También contaron que el baño, aparte de estar asqueroso, en VIP, habían solo dos para todos, un solo food truck que estaba atiborrado de gente esperando y no tenían punto de hidratación,
Estos locales de comida fueron otro problema. Habían solo 4 para todo el mundo y por cada uno había de 3 a 4 personas trabajando. Nosotros pedimos 2 porciones de papas fritas que nos salieron 10 mil pesos y estuvimos desde las 19:14 hasta las 20:40 aproximadamente, para comer una porción de papas fritas que eran del tamaño de nuestra mano.
Los precios de los stand de merchandising eran una burla; un poleron con el logo de la banda a 50 mil pesos, la cosa más barata era un bolso -que de seguro era una tote bag- a 10 mil pesos. La comida también, un agua a 2 mil pesos… ¿Qué cobran extra? ¿La tapa que nos botaron al entrar?
La salida fue un martirio para todos, como había solo un lugar para salir y este justo tenía un semáforo, se formaban tumultos y como el suelo de la salida había una extraña mezcla de asfalto y piedras que hacía que caminar fuera una tarea muy difícil. Parecíamos pingüinos, intentando dar pasos pequeños para no caernos ni pisar a nadie.
El Milenia Fest en el “Espacio Riesco” fue una total decepción. Un ambiente caótico de inicio a fin, donde se notó la falta de empatía y humanidad de sus organizadores. Insuficiente disposición de comida e hidratación, pésima atención a los VIP. Una completa lástima por todos los artistas que se presentaron, porque son buenísimos y ellos, fuera de los problemas técnicos que no son su culpa, sonaron a calidad de estudio, pero si el ambiente no colabora, la experiencia no será agradable para todos.