“Un peso que se coloque en Cultura es porque se deja de colocar en otro programa o necesidad de los ciudadanos”… esta es la frase de la discordia y la prueba irrefutable de que la cultura y las artes en Chile son -con suerte- consideradas relevantes en un país con dos Nobel de Literatura y dos premios Oscar.
Las declaraciones de la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, a CNN Chile son el turbio reflejo de lo que hoy significa ser artista en Chile: vivir a medias, sufrir por conseguir un mísero fondo concursable, sobrevivir ahogado con frases como “ser artista en Chile es morirse de hambre” y “alegrarse” al saber que se puede alcanzar un -sí, como se lee- luchado 1% para la cultura en el próximo Presupuesto 2021. Denigrante.
Si bien todos sabemos que actualmente las prioridades están enfocadas en la salud y en la reactivación económica, no podemos y no debemos dejar de lado a la cultura y las artes. Son el bálsamo para una sociedad cada vez más dañada con la incertidumbre y la soledad, en que teatros, cines, circos y demás espacios de recreación cultural pelean diariamente por intentar abrir con un aforo reducido, cuando no hay ninguna restricción para que restoranes, malls y centros comerciales abran sus puertas y generen una “reactivación acelerada”. ¿Saben qué? La cultura también debe ser parte de la reactivación.
Frases como las de la secretaria de Estado no son extrañas ni inusuales. Ella está entrampada en un círculo de poder que la tiene atada de manos. Sin embargo, eso no justifica que su visión de su propia cartera sea tan nociva para la realidad actual del arte.
Las palabras de la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, no solo son preocupantes y dañinas, también dejan de manifiesto que la cultura y las artes son el último escalón de importancia en Chile. Es lamentable decirlo, pero: No hay ministra. El tiempo ya se acabó.