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Dark en tres tiempos: Analizando el caballo de Troya de Netflix

En el presente artículo revisaremos una de las mejores series de los últimos 10 años, según expertos y críticos, analizando tres ejes de su extensa y enrevesada propuesta. Estamos hablando de la producción alemana “Dark” de Netflix, la cual acaba de estrenar su tercera y -posiblemente- última temporada.

Dark: ¿Un adelanto a lo imposible?

La ciencia ficción ha sido desde siempre mi género favorito porque, a diferencia de otros, nos presenta problematizaciones y duros cuestionamientos a través de eliminar la barrera de lo imposible. Pero, además, este manejo de la frontera entre lo imposible y lo posible suele hacerse (en los casos más célebres) partiendo de bases reales, científicas. Es así como grandes hitos de nuestra vida diaria (walkman, tv planos, videollamadas, celulares) han tenido su germen en la ciencia ficción.

Dentro del mencionado género hay una serie de historias que no dejan de atraparme y que (como ocurre con la temática de la Inteligencia Artificial) abren infinitas puertas a preguntas y planteamientos, más allá de “qué harías si pudieras viajar en el tiempo”, sumergiéndonos en lo profundo, oscuro e intrincado del alma humana. Hablo del viaje en el tiempo.

Dark” versa sobre un pueblo ficticio (Winden) con historias como cualquier pueblo de la humanidad (de cualquier época incluso), cuyos habitantes forman parte de una intrincada maraña de secretos, traiciones y pasiones. Este cuadro se complica al cubo al introducir el elemento viajes en el tiempo.

Una brecha en el continuo espacio-temporal hace posible que, a través de diversas vías (una caverna, un bunker, un maletín y una partícula sub-atómica), los habitantes de Winden puedan ir a voluntad hacia el pasado o futuro.

Los periplos temporales llegan a ser tantos que el espectador de “Dark” puede perderse fácilmente en la trama: quién viajó primero, en qué época se originó realmente X conflicto interno de tal o cual personaje, entre otras muchas dudas que este elemento causa en la audiencia.

Es así cómo entramos al primer componente de este artículo

“Quid est ergo tempus?”

San Agustín ha proporcionado una de las citas que mejor describe el problema de definir el tiempo. En su libro Confesiones (libro XI, cap. XV, 12-13) el santo (patrono de los que buscan a Dios y el Amor) reflexiona lo siguiente sobre qué es el tiempo: si no me preguntas, lo sé; si me preguntas no lo sé“.

Indudablemente, tantos viajes en el tiempo en “Dark” generan una cosa: cuestionarnos sobre qué es el tiempo, su esencia. Es justamente uno de los mayores efectos que logra cualquier ficción, problematizar aquello que damos por sentado. Por eso la pertinencia de la cita de San Agustín. La mayoría piensa en un reloj o en la clásica división, presente, pasado, futuro cuando pensamos en el tiempo.

Yendo más allá se hace muy cómoda la definición de una unidad con la cual se mide algo. Pero la serie de Netflix nos enseña, a través de la ficción, que este tópico es uno de los que más teorías y cuestionamientos ha generado en la humanidad.

No podemos, hasta ahora, acceder directamente al pasado, mucho menos al futuro. Pero de hacerlo, y de hacerlo en exceso, tal como una Claudia Tiedemann, un Jonas Kahnwald o un Noah empezaría a surgir en nosotros esa pregunta: ¿qué es el tiempo? Es decir, ahora que puedo viajar a través de él, verme a mi mismo en otras épocas, ¿realmente existe el tiempo?

Si tomamos los planteamientos de la serie, la respuesta es no. El tiempo es solo una ilusión, ya que al abrir el maletín o salir de la caverna estoy en el pasado, lo que inmediatamente lo hace ser el presente. Lo mismo pasa si viajo a 2052, estando ahí, estoy viviendo el tiempo presente, para mí, el viajero, ya no es el futuro. Por lo anterior, esta deconstrucción de lo que percibimos como tiempo se hace más intensa en la medida en que me muevo por el tiempo tal como lo hago por mi casa. Una vez más la ciencia ficción rompe con lo imposible y nos lleva a preguntarnos por aquello que damos por sentado.

Es realmente una cuestión muy compleja definir qué es o incluso si realmente existe el tiempo. Para Adam, Jonas, Noah, Claudia, Nietzche, Kant y San Agustín ciertamente el tiempo no es aquello que acostumbramos asociar con este término. El tiempo es una esencia que acompaña intrínsicamente a quien “la padece”.

Justamente solo aquel que es capaz de preguntarse por el tiempo puede percibirlo. Los seres sin capacidad de razonamiento no comprenden, pero sobre todo no perciben (mucho en Dark se basa en la percepción) el tiempo como lo hacemos los humanos. Si algo podemos decir con seguridad luego de perdernos en las profundidades de esta serie, es que el tiempo es “algo” que nos acompaña toda la vida. Más allá de eso, nada está claro y dependerá de la percepción de cada uno.

La motivación detrás del viaje de Dark

¿Por qué viaja Jonas? ¿Por qué lo hace Ulrich? ¿Qué motiva a Hannah a robar el maletín para ir al pasado?

Si bien es cierto que esta herramienta (viajes temporales) ha sido usada frecuentemente en las ficciones, rara vez se piensa que dicho viaje podría implicar algo más que una misión o el interés por un personaje en cambiar algo.

Desde el primer error que cometiste alguna vez, has sentido el deseo de cambiarlo, de modificar el tiempo y deshacer el error. A medida que nos hacemos más viejos y van haciéndose más graves los errores cometidos, este deseo puede llegar a atormentarnos profundamente. Pero si tú tuvieras el maletín, ¿lo usarías?, ¿para qué?

Y justamente en tu respuesta (si fue positiva) yace el impacto de “Dark (de casi cualquier ficción que verse sobre viajes en el tiempo). Es un deseo casi inseparable a la condición humana el querer reparar algo que haya pasado antes, el querer desdecir unas palabras, hacer lo que no se hizo, tomar el camino que se rechazó. El arrepentimiento es parte de nuestra existencia, incluso si hacemos las paces con nosotros mismos, es casi inevitable desear volver atrás y modificar algo.

Ahora que has respondido afirmativamente puedes, tal vez, entender mejor la motivación de todos los que han viajado en Winden. Hay heridas, errores, que valen cualquier cosa con tal de modificarlos. Incluso venganzas.

Es por eso que esta temática atrae desde siempre a tantas personas. La catarsis, ese famoso efecto (promulgado por Aristóteles) que toda obra de ficción debería generar en su público tiene una poderosa presencia en una historia que nos muestra como posible (casi, en el caso de Dark) el ir atrás y cambiar, mejorar. Tener el poder de no haber herido a ese ser querido, no haber tomado esa decisión que arruinó alguna vida.

Esa catarsis, ese drenar a través de una historia, un deseo, sentimiento o experiencia, es un elemento fundamental en la serie alemana. Sobre todo al construir personajes con relaciones tan dramáticas y enmarañadas entre sí. Pareciera que el viajar en el tiempo es la única salida que tiene Winden para curarse (o dejar de existir).

Dasein

Martin Heidegger, filosofo alemán (1889-1976), propuso un concepto muy importante: Dasein. Heidegger indicó que no se puede entender a una persona sin tener en cuenta su “estar en el tiempo”, lo cual llamó Dasein: en alemán “ser” sein y “ahí” da, señalando así que la existencia o “sentido del ser” es una combinación de ese existir circunstancial y siempre cambiante, ese “ser ahí”: cada humano es definido según las circunstancias específicas del momento en que se desee definir a él mismo o por otros.

La pregunta de qué es el tiempo nos puede llevar a otra más importante: ¿qué somos? ¿Qué nos hace ser quienes somos?

Justamente te preguntaba si serías capaz de cambiar aquello que tanto deseas de tu pasado. Si lo hicieras no solo estarías cambiando un evento de tu propia historia, te estarías cambiando a ti mismo. Tal como vemos en “Dark”, si Mikel vuelve a 2019, jamás se casaría con Hannah y no existiría Jonas.

Una vez más el viaje en el tiempo se vuelve una metáfora filosófica. Somos producto de nuestro pasado y quienes seamos en un futuro es producto de las decisiones que tomamos hoy. Cualquier cambio, en el presente o pasado, altera nuestro ser, por eso podemos hallar en “Dark” cada personaje como la suma de sus acciones, pasadas y presentes y al abrirse la grieta no solo se altera la historia, se altera al ser.

Por esto el drama germano expone elementos del existencialismo que indudablemente repercuten en el espectador (más allá del mareo por entender los viajes y las genealogías paradójicas). Hay tantos Jonas como saltos en el tiempo haga este personaje. Cada momento en que lo vemos es un Jonas diferente, en estrecha relación con y dependiente de sus circunstancias, sus decisiones. Es por esto que a pesar del gran impacto inicial, es factible la idea de que pueda ser Adam, convertirse en él eventualmente.

Una vez más podemos mencionar el Dasein en una figura que inadvertidamente pasa de largo pero en realidad tiene un rol fundamental: Mikel.

Mikel es un personaje extraído de su tiempo, la mayor metáfora de un humano sin propósito, sin una razón de ser, ya que le han arrancado de esta, de su tiempo, de su familia y realidad. Resulta paradójico (lo cual abunda en la serie) que solo con su muerte, Mikel encuentra un sentido a su vida. Antes de conocer la carta por parte de Jonas, vemos a un hombre sensible, mas con un muy palpable sentido de desarraigo, la des-colocación máxima. Solo viendo su propia nota suicida entiende lo que debe hacer y pareciera que al final de su vida, su viaje en el tiempo encuentra sentido en la muerte (aunque también en la vida que le da a Jonas).

Justamente, sin Mikel no hay Jonas y sin Jonas pareciera no haber salvación. Pero volviendo al concepto anterior, Dark” también nos otorga la compleja pregunta de cómo definirnos, qué hace al ser humano un ser en sí, ¿es solo ya su mera existencia la respuesta o es más bien aquello que hace? Pero si nos definimos a base de nuestras acciones, errores y decisiones, ¿qué ocurre cuando tenemos la capacidad de cambiarlas?

Al final la serie adquiere poder por esas mismas preguntas sin respuestas, ya que toda buena ficción toma algo real, lo deforma para que podamos observarlo mejor, más resaltado, nos hace preguntas difíciles sin darnos muchas respuestas. Luego nos cierra la puerta en la cara para que salgamos del libro/pantalla y vivamos la mejor historia que se pueda crear, aquella que no reside en una ficción, sino fuera y dentro, en nuestras propias vidas.

Indudablemente, Dark” da para muchos artículos, pero se reserva para ella muchas respuestas. Quizás sea también otro de sus logros, el entregarnos más preguntas de las que contesta para que seamos nosotros, cada uno de sus espectadores, quienes busquemos dichas respuestas afuera en el mundo real y adentro, en nuestras vidas.

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