Red Hot Chili Peppers sorprendieron con canciones poco habituales en sus giras, regalando momentos únicos en su mejor show en Chile.
Hay algo indudable sobre los Red Hot Chili Peppers pese a los largos años de carrera: la vigencia es una virtud de la experiencia. Una, quizás, pretenciosa frase que define perfectamente la actualidad del cuarteto liderado por el vocalista Anthony Kiedis, el bajista y multifacético Flea, el siempre carismático baterista Chad Smith y el regresado y el virtuoso guitarrista John Frusciante, con dos álbumes salidos del horno en 2022 (Return of the Dream Canteen y Unlimited Love) y una potencia musical que pocos se dan el lujo de mostrar con, la mayoría de ellos, más de 60 años de edad.
El conjunto estadounidense pisó una vez más tierras chilenas por partida doble (19 y 21 de noviembre, en el Movistar Arena), tras su última presentación en el Festival Lollapalooza 2018, con un deslucido recital y un setlist poco variado en comparación a otros países, siendo duramente criticados por los fanáticos nacionales. Por lo tanto, la expectación por ver qué proponían los Red Hot Chili Peppers en Chile (dato: es una de las naciones que más escucha a la banda a nivel mundial, según cifras de Spotify) era bastante alta. Y, según mi experiencia, fue totalmente una gloriosa jornada.
¿Cómo fue el show de los Red Hot Chili Peppers en Chile del martes 21 de noviembre? En La Máquina te lo contamos:
Lo virtuoso y la imperecedero de los Red Hot Chili Peppers
Con grandes canciones como By the Way, Californication, Under the Bridge o Can’t Stop, los oriundos de California empaparon de un talento incombustible el Movistar Arena, siendo prácticamente himnos irrepetibles del conjunto, especialmente por la carga histórica que traen consigo.
Sin embargo, la virtuosidad de quienes poseen decenas de discos en el cuerpo se denota a cabalidad cuando se dan el exquisito lujo de interpretar tracks que no suelen tocar en sus giras y que, obviamente, para los fanáticos acérrimos de los Red Hot Chili Peppers agradecen en demasía. Hablo de canciones como Don’t Forget Me, Wet Sand, I Like Dirt, Tell Me Baby, entre otras, la mayoría de aplaudidos álbumes como Stadium Arcadium.
Todos los músicos fueron un deliete de principio a fin, desde ya con el clásico jam inicial de Flea junto a John Frusciante y Chad Smith, marcando la antesala de lo que será un encuentro único entre la banda y los chilenos. Flea, pese a sus 61 años, sigue deslumbrando con sus saltos estrafalarios, caminando en dos manos y su simpatía que embarga a todos los presentes.
Caso aparte es John Frusciante, histórico guitarrista de los Red Hot Chili Peppers, quien estuvo años distanciado del grupo por distintas razones, incluso teniendo una carrera solista bastante sólida. Volvió de una vez por todas hace poco, lo cual marca un trascendental momento para los californianos. Con una solvencia absoluta con la guitarra, Frusciante demuestra ser uno de los mejores guitarristas del rock contemporáneo post años noventa.
En gran parte del recital las cajas, platillos y bombo de Chad Smith retumbaban en el pecho de los miles de asistentes. Curiosamente, me he percatado de que cada año que viene, su virtuosidad en la batería es más tremenda, con mayor firmeza y juguetea más con sus baquetas. Además, el carisma que proyecta Smith es, sin duda, uno de los mejores elementos de los Red Hot.
Por su parte, el estrambótico vocalista Anthony Kiedis, quien hizo noticia por haber visitado el Cementerio General de Santiago, mostró mayor seguridad y fortaleza con su calidad vocal, una que año tras año se ha visto desgastada y sin la potencia que remeció el mercado del rock en los finales de los noventa y comienzos del 2000. Sin embargo, sorprendió que Kiedis tuviera un desplante símil a sus mejores años, demostrando que queda mucho aún que entregar.
Punto aparte para el momento en que Flea y compañía instrumentalizaron el ya famoso “olé, olé, olé, Red Hot”. Grandes segundos.
Sin lugar a dudas, tras varios conciertos de los Red Hot Chili Peppers, algunos vapuleados, otros sumamente aplaudidos, el entregado en el Movistar Arena este 21 de noviembre, es probablemente el más perfecto, variado y musicalmente maduro que hemos podido vivir. Fue un show tanto para sus seguidores más conocedores como para quienes aman sus hits más clásicos.
Esperamos tener nuevamente al cuarteto en Chile prontamente.
Setlist:
- Intro Jam
- Can’t Stop
- Scar Tissue
- Snow ((Hey Oh))
- Here Ever After
- Danny’s Song (Loggins & Messina cover) (John Frusciante solo)
- Havana Affair (Ramones cover)
- Eddie
- Wet Sand
- Hey
- I Like Dirt
- Don’t Forget Me
- Tell Me Baby
- The Heavy Wing
- Californication
- Black Summer
- By the Way
- Encore:
- Sir Psycho Sexy
- They’re Red Hot (Robert Johnson cover)
- Give It Away
