Crítica de “Mufasa: El Rey León”: Una arriesgada precuela que te hace olvidar los errores anteriores

“Mufasa: El Rey León” busca lo correcto: ni sorprender ni ser un fracaso. Cumple con entretener y superar a su antecesora.

Hace algunos días, y gracias a los amigos de Cinecolor Chile, tuvimos la posibilidad de asistir a una función especial de “Mufasa: El Rey León”, la nueva cinta live action de Disney. Este estreno es muy importante para el estudio del ratón, ya que la versión live action de “El Rey León” no convenció a casi nadie pese al gran éxito comercial que tuvo. Ahora, ignorando todas las críticas, llega a los cines la vida de Mufasa y su viaje para convertirse en el Rey de la Selva.

Y no lo hace tan mal. Los efectos han mejorado con creces, la historia tiene un buen desarrollo y, además, cumple con entretener. Sacó la tarea adelante.

En Revista La Máquina te contamos cómo es este nuevo live action de Disney que ya está disponible en salas de cine.

UNA CINEMATOGRAFÍA MEJORADA

El director de esta cinta es Barry Jenkins, conocido por haber dirigido la oscarizada película “Moonlight”. Ahora quiere llevar su visión a un universo completamente diferente y, si bien tiene sus reparos, tampoco es un fracaso.

La técnica utilizada nuevamente es la misma: un CGI o imagen generada por computadora fotorrealista. Esta técnica ha sido criticada en un montón de live actions, acusándola de falta de emocionalidad y poco realismo en pantalla. Pero ahora todo mejora. En comparación con su antecesora, el efecto se ve bastante bien, roza lo natural y la fotografía, como siempre, es el fuerte de Jenkins. No se siente frívolo ni falso. Sin embargo, hay algunas escenas donde el recurso podría haberse utilizado mejor. Pero bueno, de aquí hacia arriba. A no retroceder.

Jenkins es conocido por su universo onírico y por pertenecer más al cine independiente. Tanto así que siempre profundiza en las relaciones humanas entre sus personajes, y en “Mufasa: El Rey León”, aunque sea un live action, intentó hacerlo. El guion es una muestra de ello, centrándose en la historia de Mufasa y Taka, a quien posteriormente conoceríamos como Scar, su enemigo y quien le dio muerte. El escrito construye su historia desde el inicio, retratando a los leones como unos cercanos “hermanos”, hasta llegar al punto de quiebre donde todo se destruye. Esa es la historia central, o al menos la que toma más relevancia. Si bien el motor de la cinta debería ser otro, esta es la que más nos importa. Un escrito claro, conciso y básico. Ni más ni menos.

También están presentes los infaltables números musicales. Y sí, las canciones son hermosas, pegajosas, pero olvidables. No saldrás del cine cantando ninguna. Siempre quedan al debe.

UN TRABAJO DE VOCES IMPECABLE EN MUFASA: EL REY LEÓN

Tuvimos la posibilidad de verla subtitulada, lo que nos dio la oportunidad de apreciar el trabajo de los actores y actrices en su idioma original. Aaron Pierre es Mufasa, nuestro protagonista. Su trabajo vocal es impecable y transmite su angustia, la tragedia en la que vive, y narra muy bien su camino del héroe hasta convertirse en el gran líder. Kelvin Harrison Jr. toma el papel de Taka o Scar, y nos sorprende. Su potente voz al cantar y la forma de contar su viaje son dinámicas y entretenidas. Logró calzar y nos da un buen Scar adolescente.

Luego están los que se robaron la película: Timón y Pumba, interpretados por Seth Rogen y Billy Eichner, están hilarantes. Son el punto de fuga que la cinta necesitaba y, sí, las risas están aseguradas con ellos. Y, por último, la gran sorpresa.

Hace su debut en el cine de animación Blue Ivy Carter, la hija de Beyoncé y Jay Z, en el personaje de Kiara, la hija de Simba. Y debemos decir que la chica no lo hace nada mal. Es auténtica, dulce, curiosa y más. La niña se luce en su primer papel vocal y logra su cometido. Bien ahí.

Espectacular tráiler de 'Mufasa', la precuela de 'El Rey León'

EN PALABRAS SIMPLES…

“Mufasa: El Rey León” busca lo correcto: ni sorprender ni ser un fracaso. Cumple con entretener y superar a su antecesora. Con un guion básico pero buenos efectos, la historia de Mufasa se completa y, al fin, entendemos un poco más. Ya quisiéramos ser un rey.