“Me rompiste el corazón” es, sin duda, una de las mejores películas chilenas del año. Ya está disponible en salas de cine chilenas. En La Máquina te contamos más.
Hace algunos días, y gracias a los amigos de Cinecolor Chile, pudimos asistir a la Avant Premiere de Me rompiste el corazón, cinta que superó los 10.000 espectadores en su primer fin de semana de estreno, un logro muy significativo para cualquier producción nacional. La película nos muestra la intensa y problemática historia de amor entre La Negra Ester, prostituta y cantante de San Antonio, y Roberto Parra, cantautor de cuecas bravas y hermano de Violeta Parra. A través del filme conocemos parte de la infancia de Parra, sus diversos oficios, la vida en la cantina y, sobre todo, cómo nace el apasionado amor con su Negra Ester, un amor que inspiró inolvidables décimas del artista.
El filme destaca por su calidad artística brillante, logrando traspasar la atmósfera de la cantina, la bohemia y las noches de puerto. Con un elenco de primer nivel y una banda sonora que envuelve cada escena, esta cinta se posiciona como una de las mejores propuestas chilenas del año.
UNA CINEMATOGRAFÍA QUE TRANSPORTA
La película está dirigida por Boris Quercia, actor y realizador reconocido por títulos como Sexo con amor y Cuando te vas. En esta ocasión nos entrega su propia versión del vínculo amoroso entre La Negra Ester y Parra, consolidando así uno de sus años más destacados como cineasta.
El montaje y la fotografía son exquisitos: logran transportarnos de manera fiel a la atmósfera de la época portuaria, con sus cantinas, noches de excesos y el ambiente popular de la Quinta Región de aquellos años. La dirección nos lleva por distintos pasajes de la vida de Roberto Parra: su infancia, sus primeros amores, sus variados trabajos y también su presente. Todo esto se plasma en pantalla con recursos visuales que alternan entre blanco y negro, croma y locaciones reales.
Lo único cuestionable es que los constantes saltos temporales pueden generar cierta confusión en el espectador; sin la ayuda de los indicadores de tiempo, sería fácil perderse en la narrativa. Aun así, la propuesta funciona, y funciona muy bien.
El guion, también escrito por Quercia, se sostiene con solidez pese a esos saltos. Es un texto profundo, pícaro y popular, donde incluso aparecen algunas décimas que refuerzan el vínculo con la obra original de Parra. La construcción de personajes es rica en matices e incluye un momento meta en el que vemos a Daniel Muñoz aceptando participar en la película.
Un punto fundamental es la banda sonora, compuesta por Álvaro Henríquez, líder de Los Tres y Los Pettinellis. El músico, que compartió con Parra en sus inicios, aporta desde una conexión personal con el proyecto. Su composición reúne boleros, cuecas choras y otros ritmos populares; incluso se incluye una canción clásica de Los Tres. La música se convierte en la guinda de esta exquisita torta cinematográfica.
ACTUACIONES SOBRESALIENTES
Resulta imposible no destacar las tremendas actuaciones de la dupla protagonista.
En primer lugar, Daniel Muñoz, reconocido actor y músico chileno, exponente de la cueca chora, ofrece una interpretación casi perfecta de Roberto Parra. Nos muestra a un personaje talentoso, noble, callejero y popular, pero también profundamente enamorado y vulnerable. Un hombre sumiso ante el amor de su negrita, aunque con explosiones de verdad y emoción, siguiendo el dicho popular de que “el curado siempre dice la verdad”. Su trabajo resulta entrañable, leal y lleno de humanidad.
Por su parte, Carmen Gloria Bresky encarna a La Negra Ester, personaje icónico de la cultura popular chilena. Su interpretación está cargada de matices: al inicio la vemos como una mujer fuerte, de carácter indomable, que no permite ser pasada a llevar por ningún hombre y que distingue con claridad entre el amor verdadero y la relación con sus clientes. La actriz logra transmitir una mezcla de sensualidad, voz poderosa, sensibilidad y nobleza. Su Negra Ester es una mujer intensa, deseada, pero consciente de que esta historia de amor está condenada a no ser. Un trabajo maravilloso.
El elenco secundario también cumple un rol destacado, especialmente Gustavo Becerra como el fiel amigo de Roberto Parra. Su personaje es un confidente leal, empático y sin juicios, al que Becerra dota de cercanía y credibilidad. Exigimos verlo en más roles donde despliegue toda su versatilidad actoral.
“ME ROMPISTE EL CORAZÓN” EN PALABRAS SIMPLES…
Me rompiste el corazón es, sin duda, una de las mejores películas chilenas del año. Popular, pícara y profundamente sensible, demuestra que la nobleza y la autenticidad dejan huellas imborrables, incluso más allá del talento o del amor imposible. Se trata de una obra profundamente chilena, que conecta de inmediato con nuestras raíces y con nuestra memoria cultural.