Crítica de “Llaman a la puerta”: El apocalipsis de Shyamalan sigue siendo su Talón de Aquiles

Llega a salas lo nuevo del siempre comentado director M. Night Shyamalan (El sexto sentido) a las salas de cine nacionales. “Llaman a la puerta” es su nueva creación que, como ya es usual en el cineasta, nos trae el apocalipsis, psicosis colectiva, teorías conspiranoicas y mucho pero mucho acabo de mundo.

La cinta trata sobre una familia homoparental, que con su pequeña hija deciden irse de vacaciones a una cabaña remota, pero un grupo de cuatro personas completamente desconocidas los secuestran en su propia casa y les exigen sacrificar a un miembro de su familia para evitar el apocalipsis mundial.

Con esta premisa, Shyamalan quiere volver a intentarlo y así enmendar sus errores del pasado. Lo logra. Pero de una manera tibia, con actuaciones clichés y un final que no es digno de su filmografía. Habrá que intentarlo de nuevo.

SHYAMALAN LO VUELVE A HACER CON “LLAMAN A LA PUERTA”

La película es dirigida por M.Night Shyamalan. Y, con eso, prácticamente se intuye o derechamente saber cómo va a ser todo el desarrollo de la película. Los tópicos clásicos del cineasta están presentes: Apocalipsis, teorías del internet, psicosis colectiva, home invasion y el fin del mundo a la vuelta de la esquina.

Sus planos clásicos también están, primando los planos medios, americanos y escenas y sucesos que pasan demasiado rápido. La paleta de colores también es correcta y es acorde a la trama de la cinta. La película, incluso, hace recordar a “Los Extraños”, exitosa cinta de home invasion y que aquí se eleva con el toque Shyamalan.

Sin embargo, el guion comienza a ser su peor enemigo y eso que lo escribió el mismo director. Aquí estamos en presencia de un guion plano, simplista y sin ningún tipo de sobresalto, ya que la trama sugiere que cada persona del grupo debe morir si no hacen un sacrificio y, por ende, sabes que eso va a ir sucediendo, siendo una de las obras más previsibles de Shyamalan.

Y aquí nuevamente los tópicos están en la película de una forma superficial, banal y bordean el sin sentido. No es la peor película del cineasta que toca este tema (quien haya visto “El fin de los tiempos” sabe que es lo más bajo de su cine), pero tampoco logar salir airoso.

Lo más extraño de todo es su desenlace. No se siente como si fuera un final de una cinta de este director. Falta el ritmo, el misterio y, por sobre todo, ese giro, el plot twist que muchas veces ha sido considerado ridículo o lo más criticable en las cintas del cineasta. No obstante, otras veces ha logrado que la cinta se eleve en demasía solo por como cierra su historia.

Shyamalan es un director querido y odiado. Admirado por nunca abandonar su estilo de cine y criticado por darnos películas con tramas cercanas al absurdo. Pero cuando salías del cine, todos salían hablando de esa toma final. Y aquí sólo es un final cliché. Esperábamos más.

BAUTISTA, EL MEJOR DESCUBRIMIENTO DE SHYAMALAN

Si hay un actor que brilla por sobre todos en “Llaman a la puerta” es él: Dave Bautista (Guardianes de la Galaxia). El exluchador de la WWE se luce en el papel de Leonard, el líder de este misterioso grupo. Bautista encontró el tempo, su voz es perfecta para el papel y siempre luce tranquilo, en calma, como si supiera todo lo que va a pasar, si supiera que él va a morir y todo está bien.

Este es el casting perfecto para la película, justo cuando el actor busca diversificar sus roles y no ser “como La Roca”. Y aquí lo demuestra, ya que confirmamos que Dave Bautista es el exluchador con un rango actoral mucho más amplio que los demás. 10 de 10.

Luego están los demás integrantes del grupo, que inevitablemente caen al cliché, en especial Rupert Grint (Harry Potter) y Abby Quinn (Corazones desgarrados) que son el epítome de “él siempre enojado y la siempre nerviosa y ansiosa”. Pero aquí destacamos a Nikki Amuka-Bird (El sastre de la mafia), que muestra un poco más de tridimensionalidad y la vemos siempre luchando con lo que fue y con lo que ahora es. Los cuatro dicen representar a la alegoría de los “Jinetes del Apocalipsis” y cada uno tiene una profesión que, según ellos, lo amarra a eso. Bien ahí.

Luego tenemos a la familia atacada que es el cliché andando. Una pareja homoparental digna de las cintas noventeras, con una hija adoptiva a la que aman por sobre todas las cosas, que van a una cabaña alejada y llegan los malos. Díganme si no han escuchado o visto eso antes. Pudo haber sido mucho más y el desarrollo pudo haber sido mejor.

EN PALABRAS SIMPLES….

“Llaman a la puerta” es una película entretenida, disfrutable y que te logra confundir sobre si todo esto del sacrificio es cierto. Pero también es previsible, plana y con un final que poco gusta. El cliché está a la orden del día y Bautista logra su mejor versión. Shyamalan sale ganando, pero si quiere volver a instalar estos temas, debe hacerlo mejor. Mucho mejor.

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