“El esquema fenicio” es una interesante y buena propuesta de Anderson, superando con creces a sus antecesoras. Pero se siente que falta algo.
Hace algunos días, y gracias a los amigos de Andes Films, fuimos a una función especial de El esquema fenicio, lo nuevo de Wes Anderson.
La cinta, llena de tintes de comedia negra y espionaje, nos muestra la vida de Zsa Zsa Korda, un intrépido estafador y embaucador que sobrevive a su sexto intento de asesinato. Ahora quiere una heredera para sus negocios y va en busca de su hija, una novicia que no tiene contacto con él. Juntos emprenderán un viaje para llevar a cabo la empresa familiar con un complejo esquema fenicio y, así, recuperar la relación padre e hija. La película es interesante, buena y permite que Anderson se recupere después de sus últimos intentos fallidos. Pero, finalmente, solo es una más.
En La Máquina te contamos más sobre esta nueva obra de Wes Anderson, que ya está disponible en las salas de cine de Chile.
UNA CINEMATOGRAFÍA QUE TIENE NOMBRE PROPIO
Wes Anderson. No necesita presentación. El director nominado al Oscar por El Gran Hotel Budapest vuelve a las salas después de que sus últimas entregas, como Asteroid City, no hayan cosechado el éxito esperado, tanto de audiencia como de crítica. Ahora regresa con El esquema fenicio, y esta vez sí estamos frente a una buena e interesante propuesta.
Estamos acostumbrados a esto: un director con un estilo propio que nunca renuncia a él. Planos americanos milimétricamente centrados, una paleta de colores en tonos pasteles que siempre se siente como una extensión del personaje, y propuestas de dirección marcadamente teatrales. Wes Anderson se destaca por su particular estilo de dirección y nos encanta. Ha regresado.
El guion de esta cinta es más complejo, pero, a veces, se siente carente de emoción. Vamos paso a paso. La historia se centra en un estafador al que todo el mundo quiere asesinar, y que decide buscar a su hija, una monja, para llevar a cabo un proyecto con un sofisticado esquema fenicio. El viaje comienza con su reencuentro y con todas las peripecias que debe enfrentar para conseguir el financiamiento.
Así, nos vamos encontrando con personajes muy excéntricos, pero carentes de emocionalidad, de carne, de alma. Los únicos que llevan algo de profundidad emocional a la pantalla son el trío protagonista. Es una historia bien narrada, bien construida, que saca muchas risas, pero con poca conexión real, casi inexistente.

UN ELENCO CONSAGRADO Y UNA REVELACIÓN EN EL ESQUEMA FENICIO
Benicio del Toro. Hacía mucho que no sabíamos de él. Ganador del Oscar y conocido por sus roles de villano, esta vez llega con algo diferente. El protagonista de la cinta juega a dos bandos: villano, pero encantador; estafador, pero con corazón; padre ausente, pero con ganas de recuperar lo perdido. Del Toro logra una actuación excelente y empatizamos con él a pesar de todo lo que ha hecho en el pasado. Parece un viaje de redención, donde al final solo quieres que todo se solucione para él. Con una dualidad exquisita y un complejo trabajo emocional, Del Toro renace de la mano de Wes Anderson. Brillante.
Luego está ella. La revelación. La que parece haber encontrado su lugar en la industria. Hablamos de Mia Threapleton, hija de Kate Winslet, quien ahora será conocida por su brillante trabajo en esta cinta. Personifica a Liesl, la hija novicia del estafador, con quien mantiene una tirante relación. Mia juega sus cartas con seguridad y demuestra que encaja perfectamente con el estilo de actuación de Anderson: teatral, intensa, dinámica y con mucha emocionalidad. Logra un hermoso viaje de personaje, desde la apatía completa hacia su padre, hasta formar un bonito lazo, cuidar sus regalos como si fueran su vida e incluso vivir con él. Muy lindo trabajo.
Y por último, está él, un actor que siempre debió haber trabajado con Anderson: Michael Cera. Un actor que cayó como anillo al dedo en esta producción. Cera interpreta a un tímido asistente, que luego se convierte en un espía entrenado secretamente para seguir los pasos del estafador. Su viaje y trabajo es interesante, pues también lo vemos transitar desde la inocencia pura hasta los celos y la ira. Teatral y con el tempo justo, Cera parece un aliado habitual de Anderson, aunque sea su primer trabajo juntos. Maravilloso.

EL ESQUEMA FENICIO EN PALABRAS SIMPLES…
El esquema fenicio es una interesante y buena propuesta de Anderson, superando con creces a sus antecesoras. Pero, aun así, se siente que falta algo. Se vuelve mecanizada por momentos y carente de emoción, aunque el trío protagonista logra salvarla. De a poco regresa la esencia de Anderson, pero aún falta más. Termina siendo una más del montón. Pero su esquema fenicio, sí dio resultado.











