El Amateur es una cinta entretenida y genérica en lo que a acción se refiere. Con una dirección correcta y actuaciones a tono. Ya en cines.
Gracias a los amigos de Cinecolor Chile, fuimos invitados a la Avant Premiere de El Amateur, una nueva cinta de suspenso y espionaje que llegó a las salas nacionales este jueves 10 de abril.
La película trata sobre Charles Heller, un trabajador de la CIA que pierde a su esposa en un ataque terrorista. Preso de potentes deseos de venganza y al notar que la agencia no está interesada en hacer justicia, el tímido trabajador se transforma en un inesperado forajido, chantajeando a sus jefes y exigiendo entrenamiento personal para tomar la justicia por sus propias manos.
El metraje es entretenido y logra mantenerte enganchado, pero lamentablemente no consigue sostener sus dos horas de duración. Se percibe que muchas situaciones debieron haberse resuelto más rápido o directamente no formar parte del corte final. Debió condensarse.
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UNA CINEMATOGRAFÍA YA VISTA
El director de la cinta es James Hawes, con una extensa carrera en la televisión británica, pero aún neófito en el cine. De hecho, este es su segundo largometraje, tras la emotiva Lazos de Vida. En esta ocasión, se aventura en los géneros de suspenso, acción y espionaje y el resultado es bastante decente, aunque no se sale del molde ni propone algo nuevo. Utiliza los típicos planos generales, primerísimos planos y flashbacks, que nos recuerdan que el protagonista vive en un duelo constante. Pero es tan apegada al molde que se siente como una película del montón, una más del género que quizás no será recordada. Pero no lo culpamos: es su segundo largometraje y quiso hacer lo correcto. Y lo hizo.
Que sea tan correcta y predecible se debe al guion. El escrito nos propone una historia ya vista, sin intención de renovar el relato. Esposo pierde a esposa, descubre que su trabajo no es lo que parecía, busca venganza y la obtiene. Fin. Una narración clásica, sin ningún tipo de riesgo. Tanto así, que se vuelve pesada y lenta, con varias escenas o subtramas que podrían haber sido eliminadas para darle mayor ritmo y vertiginosidad al filme. Sin embargo, aseguramos que es una cinta entretenida y una buena opción para pasar el rato. No busca ser nada más.
ACTUACIONES CORRECTAS
Rami Malek. El protagonista innato. El ganador del Oscar por Bohemian Rhapsody interpreta a Charles Heller, un tímido y correcto trabajador de la CIA, a quien le gusta su trabajo y vive feliz con su esposa. Pero, tras un trágico suceso, su vida cambia por completo y vemos cómo comienza a sacar fuerzas para vengarla.
El viaje del personaje que construye Malek es interesante, ya que nos presenta a un antihéroe de acción distinto a lo habitual. Su fortaleza reside en su inteligencia, astucia y en ir siempre un paso adelante. Se vuelve valiente y una molestia para quienes lo subestimaban. Es un trabajo que va in crescendo hasta transformarse en otra persona al final del filme.
Si bien Malek no lo hace mal, estos personajes ya los hemos visto antes en él y, siendo además productor de la cinta, pudo haber arriesgado más y mostrado otra faceta de su rango actoral.
Luego está Laurence Fishburne. Si bien tiene gran presencia en cámara, su personaje aparece solo en algunas escenas, pero son suficientes para mostrarnos todo. Su Coronel Henderson representa exactamente lo que debe ser un alto mando de la CIA: duro, determinado y seguro de sí mismo. Construye un personaje frío, obediente de las reglas, que eventualmente las rompe al comenzar a cuestionar sus acciones y, sobre todo, a cuestionar para quién trabaja. Muy buen desempeño.
Y por último, en “El Amateur” están los malvados de turno. Son el cliché viviente, pero necesarios en este tipo de cintas. El grupo de ejecutivos de la CIA que oculta secretos; los terroristas que matan porque sí, sin arrepentimiento. Personalidades fuertes que solo quieren hacer daño porque así lo desean. Buenos villanos, pero genéricos. Como siempre.
EL AMATEUR EN PALABRAS SIMPLES…
El Amateur es una cinta entretenida y genérica en lo que a acción se refiere. Con una dirección correcta y actuaciones a tono, el filme no pretende proponer nada más, y se conforma con entregarnos dos horas de altibajos narrativos. Una historia clásica que hemos visto un millón de veces. Y ahora, una vez más.
