Pese a las polémicas de la semana, Cradle of Filth entregó un espectáculo contundente en el Teatro Coliseo.

Un aire sombrío, acompañado de una brisa gélida y una atmósfera lúgubre, envolvía desde temprano las inmediaciones del Palacio de La Moneda. Todo parecía alinearse para recibir nuevamente a Cradle of Filth en Chile, en lo que fue ya su quinta visita al país.

Sin embargo, la banda liderada por el enigmático y carismático Dani Filth atravesaba una de sus semanas más turbulentas y mediáticas, tras la renuncia de la ex tecladista y corista Zoe Marie Federoff, y la posterior salida de su esposo, el guitarrista Marek Ashok Smerda. Todo esto, justo en medio de la gira sudamericana.

Pese al revuelo, el compromiso de la agrupación fue firme: la gira debía continuar. Y así fue como Cradle of Filth, con un guitarrista menos y una tecladista de reemplazo, ofreció una presentación demoledora que terminó encantando a sus devotos seguidores.

Todos los detalles te los contamos acá en Revista La Máquina.

ATER

Los encargados de abrir la jornada cargada de black metal fueron los nacionales ATER. Una verdadera revelación, que sorprendió gratamente a quien escribe, evocando reminiscencias de la legendaria Emperor, con un sonido demoledor y de gran factura.

Con atmósferas que incluso remitían a pasajes del Blackwater Park de Opeth, la banda liderada por el bajista y vocalista Fernando “Feroz” Bühring, junto al baterista Matías Acuña, conquistó a un público que poco a poco llenaba el Teatro Coliseo. Su show, cercano a la media hora, dejó en claro que son un nombre a seguir muy de cerca dentro de la escena nacional.

UADA

Pasadas las 20:00 horas, la penumbra se apoderó del recinto, con apenas un tenue resplandor sobre el escenario. Era el turno de UADA, agrupación estadounidense de black metal que enfrentó algunos problemas técnicos al inicio, retrasando la partida.

Cuando finalmente irrumpieron en escena, encapuchados y apenas visibles entre sombras y cabelleras agitadas, descargaron una tormenta sonora con Natus Eclipsim. El sonido, aunque saturado, estuvo cargado de esa crudeza mística tan propia del género, esa que incluso los mismos fanáticos justifican con la frase: “si suena mal, es black metal”.

Durante una hora, UADA apenas interactuó con la audiencia, proyectando frialdad, pero transmitiendo al mismo tiempo la pasión inquebrantable de músicos poseídos por su arte. Los cánticos del público y la energía incontenible que emanaba desde la tarima hicieron de su presentación un ritual hipnótico. Cerraron con fuerza con Black Autumn, White Spring, dejando claro que merecen un mayor reconocimiento internacional.

Setlist UADA:

• Natus Eclipsim
• Djinn
• Blood Sand Ash
• In the Absence of Matee
• Retraversing the Void
• Cult of a Dying Sun
• Black Autumn, White Spring

Cradle of Filth

Llegaba la hora esperada. El Teatro Coliseo, completamente abarrotado y teñido de negro en cada rincón, se preparaba para recibir a Cradle of Filth. Con 45 minutos de retraso y dos bajas sensibles —Zoe Marie Federoff y Marek Ashok Smerda—, la banda volvía a reencontrarse con su público chileno apenas dos años después de su última visita.

Si no supo del “cahuín” que agitó a la escena metalera, acá va el resumen: el pasado 24 de agosto, en Buenos Aires, Zoe Marie anunció su salida de la banda, reemplazada de urgencia por Kelsey Peters. Días después, en Montevideo, Ashok acusó públicamente a Cradle of Filth de bajos sueldos, estrés constante y falta de cuidado hacia sus músicos, calificando de “poco profesional” al management.

Zoe respaldó estas palabras, tildando al equipo de “deshonesto” y “manipulador”, e incluso compartió copias del contrato que buscaba atar a los músicos por años con una paga mínima. La respuesta de Dani Filth fue fulminante: despidió a Ashok dos horas antes del show en Uruguay, anunciando que continuarían la gira con un solo guitarrista, Donny Burbage.

Con el drama ya expuesto, volvemos a lo esencial: la música. Cradle of Filth salió al escenario decidido a honrar a su fanaticada, desplegando un espectáculo de primer nivel, con su habitual atmósfera gótica teñida de luces púrpuras y un Dani Filth imponente, vestido con una chaqueta de púas, abriendo la noche con To Live Deliciously, de su más reciente trabajo The Screaming of the Valkyries.

Con cada tema —desde She is a Fire hasta The Principle of Evil Made Flesh—, el recinto vibró con cánticos, coros ensordecedores y un moshpit imparable en el centro. Dani Filth, entregado por completo, dejó atrás las polémicas para demostrar que el espectáculo siempre está por encima de todo.

Donny Burbage, cargando con la responsabilidad de ser guitarrista rítmico y solista a la vez, se lució con solvencia y precisión, sosteniendo el peso de la presentación. Por su parte, Kelsey Peters destacó en los coros, aunque en los teclados se notó más una simulación, con pistas pregrabadas como recurso inevitable dada la urgencia de su incorporación y la complejidad de los arreglos.

El clímax de la noche llegó con Nymphetamine Fix, donde Dani Filth desplegó toda su teatralidad oscura, apoyado por los coros de Peters y la versatilidad de Burbage, que suplió con maestría la ausencia de Ashok.

El tramo final incluyó un medley con las intros tétricas Creatures that Kissed in Cold Mirrors y The Monstrous Sabbat, antes de cerrar con broche de oro con dos joyas de Midian: Death Magick for Adepts y Her Ghost in the Fog. El público, algunos incluso caracterizados con maquillaje alusivo a Dani Filth, celebró cada nota como un triunfo.

Cradle of Filth no defraudó. A pesar de las turbulencias internas, la banda reafirmó que el espectáculo debe continuar, con Dani Filth como maestro de ceremonias y con la certeza de que su reinado de oscuridad teatral sigue intacto.

Setlist Cradle of Filth:

• To Live Deliciuously
• The Forest Whispers My Name
• She is a Fire
• Malignant Perfection
• The Principle of Evil Made Flesh
• Heartbreak and Seance
• Nymphetamine Fix
• Born in a Burial Gowp
• White Hellebore
• Cruelty Brought Thee Orchids
• Death Magick for Adepts
• Her Ghost in the Fog

Galería de fotos de Cradle of Filth en Chile por Patricio Ñúñez para La Máquina: