Reseña de “Nadie 2”: Un sangriento descanso en familia que no supera a su antecesora

Bob Odenkirk se entrega al máximo para que Nadie 2 sea una secuela vibrante, capaz de sostenerse frente a la primera película. En La Máquina te contamos todo.

La secuela de Nadie mantiene intacta su esencia: un festival de violencia coreografiada que convierte lo absurdo en espectáculo visual. Si bien las secuencias de batalla recuerdan bastante a las de la primera entrega, en esta ocasión existe un giro narrativo interesante: la familia Mansell ya no es un simple telón de fondo, sino que se involucra de manera más directa en el caos. Esa inclusión aporta dinamismo y un matiz emocional que logran que no todo recaiga únicamente en Hutch.

Sinopsis

“El asesino adicto al trabajo, Hutch Mansell, lleva a su familia a unas vacaciones muy necesarias en el pequeño pueblo turístico de Plummerville, pero pronto se ve envuelto con operadores corruptos y un jefe del crimen.”

La película se estrena en cines chilenos este jueves 21 de agosto.

“Vacaciones en familia”

El contexto vacacional en un parque temático decadente funciona como aire fresco para la saga. Aporta un contraste atractivo: un espacio creado para la diversión familiar que termina convertido en un campo de guerra improvisado. Esa dualidad entre lo luminoso del escenario y la oscuridad de la violencia es, quizás, lo más novedoso que ofrece Nadie 2.

Bob Odenkirk vuelve a destacar en el rol de Hutch Mansell. Su interpretación de un asesino letal pero desinteresado, casi agotado por el peso de la violencia, sigue resultando natural y convincente. A diferencia de la primera película, en esta secuela su familia recibe una mayor identidad: Connie Nielsen, en el papel de Becca, deja de ser solo la esposa preocupada y muestra un carácter mucho más definido. Esta decisión de darles más espacio en pantalla genera que la historia se sienta menos centrada en un “lobo solitario” y más en una dinámica familiar atrapada en un desastre.

¿Cómo se compara con su predecesora?

Como secuela, Nadie 2 es bastante disfrutable: mantiene la energía, la acción estilizada y las secuencias de combate bien ejecutadas. Sin embargo, es evidente el cambio de dirección. Mientras la entrega original de Ilya Naishuller tenía un pulso más firme en la construcción de tensión y en la narrativa, esta nueva entrega a cargo de Timo Tjahjanto se siente más ligera, enfocada en la espectacularidad visual y en la comedia sangrienta antes que en la solidez dramática. Eso no la desmerece, pero deja la sensación de que la primera sigue siendo superior en varios aspectos.

En definitiva, Nadie 2 es una película disfrutable y efectiva. No es una mala secuela y, aunque no supera a la original, ofrece lo suficiente para mantener viva la franquicia. Si lo que buscas es acción brutal, estilizada y fresca, esta cinta cumple con creces.

También podría gustarte