“Bailarina” funciona como una excelente película de acción en su superficie. Con brillantes coreografías, una protagonista de temer y un conflicto que, si bien es cliché, se une al universo de John Wick y casi logra estar a su altura.
Hace algunos días, y gracias a los amigos de BF Distribution, tuvimos la oportunidad de asistir a una función especial de la esperada cinta de acción Bailarina, perteneciente al universo de John Wick.
En esta película, conocemos la historia de Eve, desde su infancia marcada por el asesinato de sus padres hasta su adultez, cuando se convierte en una de las asesinas más prolíficas y busca con desesperación vengarse por la muerte de su familia. Somos testigos de su entrenamiento, de cómo se va formando en ella un profundo odio hasta que pone en práctica todo lo aprendido y va en busca del Canciller para asesinarlo a sangre fría.
Aquí tenemos dos horas de acción pura, con coreografías de pelea, acrobacias y hasta el uso de un lanzallamas. Pero algo sucede: todo se siente mecanizado, ejecutado, sin una pizca de alma. Hasta te olvidas del conflicto central que debería impulsar la trama. Si bien debe existir la película de acción que solo ofrece eso, la saga de Keanu Reeves logra hacerlo parecer distinto, y de una manera muy significativa.
En La Máquina te contamos todo lo que debes saber de esta nueva cinta del universo de John Wick, que ya está disponible en salas de cine.
UNA CINEMATOGRAFÍA LOGRADA
El director de la cinta es Len Wiseman, conocido por su trabajo en la saga de películas de acción Underworld. Por ende, posee vasta experiencia en este tipo de género y en cintas lideradas por mujeres. Ahora, se adentra en una de las franquicias de acción más queridas, y parece entender completamente su lenguaje cinematográfico. Vemos agilidad, coreografías bien ejecutadas, fuego, agua y tensión, pero todo parece meramente ejecutado. No hay nada más. Todo está perfectamente hecho, con ideas bien realizadas y unas tomas de cámara bastante interesantes que muestran lo vertiginoso que debería ser la incursión de Eve. Pero se queda solo en eso: en la ejecución. Es buena, sí, pero hace que falte todo lo demás que podría elevar la película.
El guion pareciera ser un problema. Emerald Fennell es la encargada del escrito y, si bien ha sido premiada anteriormente por su trabajo, aquí no será el caso. Nos trae una historia de orden cronológico y pretende hacernos empatizar con la dura historia de vida de Eve para que logre su cometido. La película se ubica entre la tercera y la cuarta entrega de la saga principal, y nos muestra a todos los personajes icónicos del universo, incluido a nuestro Baba Yaga, Keanu Reeves. Pero la narrativa no logra cohesionarse. La historia se alarga en demasía y nunca consigue llegar a un desenlace satisfactorio. Es decir, llega, pero se toma un tiempo excesivo. Las relaciones entre los personajes son superficiales, nada logra la profundidad deseada, y la cinta termina siendo una de las películas de acción mejor ejecutadas en términos técnicos, pero se queda solo en eso. Incluso muchas escenas sobran y se transforman en un sin sentido. La película ni siquiera logra traspasar el conflicto profundo que debería mover la trama. Solo es “bang, bang, puf, puf” y más.
UNA CINTA QUE TIENE SOLO UNA PROTAGONISTA
Ana de Armas es la única protagonista destacada en Bailarina. La actriz se consolida como una heroína de acción convincente. Nos presenta a una Eve luchadora, guerrera y con ansias de venganza. La actriz realizó un excelente trabajo de preparación física para este rol e incluso mostró su duro entrenamiento. De Armas logra transmitir determinación, fiereza y mucha vertiginosidad al arrasar con prácticamente un pueblo entero. Sin embargo, todo lo demás lo dejó de lado. Si bien hizo lo que pudo con el guion y con un conflicto que resulta cliché, la actriz aporta poca emocionalidad y no logra traspasar ningún tipo de afectación profunda por lo sucedido. Tiene una mejor amiga, pero el lazo con ella apenas existe. La nominada al Óscar se enfocó mucho en las piruetas y dejó de lado el conflicto propio y la complejidad del personaje. Y si bien intenta ser una persona fría y segura (teniendo de mentor a John Wick), no lo logra del todo. Es brillante en la acción, pero la actuación integral es un equilibrio que no se alcanzó.
Y todo lo demás es puro cliché. Norman Reedus como un asesino que luego se une a Eve, Gabriel Byrne como el villano de turno, quien es frío, duro, terco y malo porque tiene que serlo. Los personajes típicos de John Wick se hacen presentes, pero no aportan nada significativo. Se agradece haber contado la historia desde la infancia, ya que se tuvieron más oportunidades para entender la motivación de Eve. Pero, al final, así funciona una cinta de acción; no hay mucho más que pedir.
Y por último, no podía faltar el artífice de esta franquicia. Keanu Reeves aparece como un cameo necesario, pero desaprovechado, y luego hasta te preguntas cómo y por dónde se fue. El hombre aparece para asesinar a Eve y luego traiciona sus ideales para unirse a su causa. Siempre asertivo, Keanu sí tiene el oficio y transmite todo aunque sea poco. Él es nuestro John Wick.
BAILARINA EN PALABRAS SIMPLES…
Bailarina funciona como una excelente película de acción en su superficie. Con brillantes coreografías, una protagonista de temer y un conflicto que, si bien es cliché, se une al universo de John Wick y casi logra estar a su altura. Pero la gran diferencia con la saga del Baba Yaga es que en esta última nos duele su dolor, cosa que aquí no se logra. No todo es patadas, pero en este caso, se acepta.