Cada vez queda menos para que llegue el sábado y domingo 10 y 11 de abril, fechas en que la ciudadanía escogerá a los 155 constituyentes encargados de la redacción de una nueva Constitución para Chile.
Un proceso que a todas luces será histórico: primero por ser único en el historial político de nuestro país y, segundo, porque será llevado a cabo bajo paridad de género, es decir, el número de electos entre hombres y mujeres deberá estar dentro de un rango de entre un 45% como piso mínimo y 55% como máximo.
Paridad que según la cientista política de la Universidad de Santiago, Pamela Figueroa, corresponde a “un paso muy importante en la representación política de las mujeres”, destacando a su vez que este proceso constitucional será único en Chile y el mundo.
“Esta será la primera elección en Chile con paridad, y también el primer proceso constitucional en el mundo con representación paritaria. Entonces, la valoración de ese aspecto es muy alta, porque ha sido resultado de luchas feministas y de mujeres por muchas décadas“, asegura Figueroa.
“Ese es un primer paso para avanzar hacia una representación sustantiva, es decir una Constitución política y una legislación que en el futuro garantice una sociedad inclusiva y con igualdad de género. Que las mujeres estén representadas en igualdad de condiciones es mejor para la Constitución, para la democracia y para la sociedad”, añadió la académica.
Nueva Carta Magna que para la académica Usach será “clave” para resolver las principales problemáticas sufridas por las mujeres en la sociedad.
“Para avanzar en resolver la violencia de género, la discriminación, la definición de los derechos y sus garantías es clave una nueva Constitución. Se debe garantizar el derecho a la igualdad y la no discriminación, y generar los espacios institucionales de representación que permita avanzar en la agenda de cambio hacia una sociedad inclusiva y con igualdad de derecho”, señaló.
A recuperar terreno perdido
En La Máquina somos conscientes de la importancia de este proceso para Chile no solo desde el punto de vista político, sino también para las mujeres, quienes esperan tomar el protagonismo por el que años han luchado.
Por eso, entrevistamos a cinco candidatas constituyentes de distintas regiones y pensamiento políticos, abarcando tres temáticas fundamentales y contingentes: La paridad, la discriminación de género y sus soluciones en una nueva Carta Magna.
En síntesis, las entrevistadas son: Ximena Maril (Independiente- Revolución Democrática- Distrito 16), Adriana Bastías (Independiente – Comunes – Distrito 16), Alicia Aravena (Independiente – Independientes No Neutrales -Distrito 17), Damaris Abarca (Independiente – Convergencia Social – Distrito 15) y Waleska Morales (Independiente – Democracia Cristiana – Distrito 22).
Una Constitución paritaria
“Es súper importante escuchar ambas versiones, de hombres y mujeres. Hoy en día las mujeres tenemos los mismos derechos a opinar y escribir esta nueva Constitución. Es muy valorable y un derecho como ciudadana”, afirma Ximena Maril (Independiente-RD), candidata mapuche por el Distrito 16, quien, sin embargo, no irá por los escaños reservados para los pueblo originarios.
Similar opinión maneja la presidenta de la Asociación Red de Investigadoras, Adriana Bastías (Independiente-COM), también del distrito 16, quien destaca que la paridad “sin duda es un gran paso hacia la democracia representativa. Se ve el contraste entre las elecciones a concejales, donde la cantidad de mujeres es mucho menor en relación a los hombres. Lo mismo pasa con los cargos públicos, donde derechamente no hay mujeres”.
“Hay que considerar que las mujeres que lleguen lo hagan con una mirada que cambie la mirada del resto de las mujeres en Chile. Existen problemas estructurales que no tienen que ver solo con números, también con cultura machista y patriarcal, que está en hombres y mujeres. Por eso ojalá lleguen mujeres feministas a la constituyente”, complementó.
La directora del Observatorio del Cáncer, Alicia Aravena (Independiente – Independientes No Neutrales), por su parte, reafirmó que aunque efectivamente se trata de un primer paso hacia una sociedad más justa e igualitaria, “no están dadas las condiciones sociales para que las mujeres puedan participar en actividades de este tipo”.
“Existe un temor por dejar los trabajos, no existe la posibilidad de postergar las responsabilidades para embarcarse en un tema como es una elección electoral y participación con el convención. Existen muchas brechas sociales y laborales en Chile para que haya realmente una igualdad de condiciones o que se mejoren para que se desarrollen las mujeres. Es necesario seguir avanzando. Estamos muy lejos de llegar a algo que nos parezca satisfactorio“, comentó la periodista experta en salud.
Mientras que la tetracampeona nacional y presidenta de la Federación de Ajedrez de Chile, Damaris Abarca (Independiente – Convergencia Social), sostuvo que la paridad es un hecho inédito y hace sentir orgullosa la lucha que las mujeres han liderado en el país durante décadas.
“La convención paritaria es un triunfo del movimiento feminista y va a acostumbrarnos a un estándar básico: la paridad es democrática. Y eso significa que no solo vamos a vernos realmente representadas en esta nueva Constitución, sino que abre el camino a vernos representadas en igualdad de condiciones en todo ámbito. Se abre la oportunidad de un poder legislativo paritario. Ya no daremos un paso atrás”, dijo Abarca, quien también preside la Asociación de Mujeres Ajedrecistas Chilenas, cuyo objetivo es incentivar el ajedrez a mujeres y niñas.
En tanto, la emprendedora y dueña del primer taller mecánico femenino en Chile, Waleska Morales (Independiente – Democracia Cristiana), manifestó que la paridad marca el camino correcto para la democratización del país, destacando el rol y la opinión de las mujeres como relevantes para el correcto desarrollo de la democracia.
Aunque también añade que la paridad es el primer paso para una sociedad más justa, sostiene que no es lo único, pues “también hay un cambio cultural importante que espero que después de esta transformación organizacional y legal se dé un poco más fácil”.
Fin a la violencia de género
Ayer, hoy y siempre, los femicidios no parecen acabar. Bastante fresco aún en la memoria se encuentra el asesinato de María Isabel Pavez a manos de su expareja, el mexicano Carlos Méndez. La joven estudiante de obstetricia fue una de las 56 mujeres que perdieron la vida a manos de hombres durante 2020, haciendo la erradicación de la violencia de género uno de los pilares fundamentales que se deben establecer en una nueva Constitución.
Para Ximena Maril, la Carta Magna de 1980 no resguarda los derechos de las mujeres. “Los hombres no valoran a las mujeres, siendo que tienen abuelas, madres, hijas, hermanas. Quiero que tengamos una ley que nos proteja, que esta nueva Constitución nos respalde como mujeres. Hoy como si nada nos matan, asesinan y violan porque en la justicia existe una puerta giratoria”, sostuvo la dirigenta mapuche.
Adriana Bastías complementa: “Dentro de la Constitución debe haber una ley fundamental de cese a la violencia contra la mujer, porque nos queremos vivas. Cuando mueren hombres, otros hombres los matan. En cambio a las mujeres las matan los hombres y eso es violencia”.
“En la Constitución del 80′ no se consideraba a la mujer, era muy general. Creo que para visibilizar los problemas que hemos sufrido históricamente es necesario un enfoque de género de forma transversal durante toda la Constitución, donde se genere un mandato para el Estado para que produzca todas sus políticas públicas con enfoque de género”, agregó Bastías, quien fue elegida como una de las 100 mujeres líderes chilenas el 2019 y 2020, condecorado por la fundación ME y El Mercurio.
La bioquímica señala que la Constitución puede dar un marco legal para establecer una vida sin violencia, discriminación y de reconocimiento a labores de cuidado y trabajo en el hogar.
“No puede solo quedarse en los buenos principios, que sea solo de papel. Hay que tener las herramientas para ejercer una serie de acciones que permitan una igualdad de derechos. Esto no tiene que ver solo con la Constitución, deben haber leyes que se apoyen de ésta para que vayan empujando el carro hacia una igualdad y medidas de equidad. Debe ir de la mano con la cultura y la educación no sexista. No solo se debe sancionar, sino también prevenir los hechos de violencia y de acosos y abuso sexual. Son temas importantes que muchas veces van más allá de una ley y tienen que ver con la cultura y la educación”, sentenció.
Misma línea tiene Alicia Aravena, que destaca: “En la Constitución del 80′ no existe algo explícito contra la violencia hacia las mujeres”.
“La nueva Constitución nos va a brindar una posibilidad única de completar una hoja en blanco en la cual se haga un reconocimiento explícito a la igualdad, paridad y a la no discriminación alguna no solo de sexo, sino que también de condiciones sociales, culturales y étnicas”, señaló.
Damaris Abarca menciona que los principales problemas sociales de las mujeres radica en la discriminación producto de una cultura patriarcal.
“Yo personalmente he trabajado por la participación de mujeres en el deporte, específicamente en el ajedrez, que es una actividad que sigue siendo muy de hombres y en el que he vivido personalmente todo tipo de discriminaciones”, dijo.
“También me he dado cuenta en mi rol de mamá que las mujeres se llevan una carga doméstica enorme que no solo tiene que ver con labores prácticas, sino con cuidados de personas, generalmente de propios hijos e hijas, pero también con gente mayor o enferma. Esto genera desigualdades económicas tremendas que vienen desde la base del sistema económico que considera al hombre como proveedor. Con la pandemia todo este tema ha salido muy a la luz”, agregó.
“Las mujeres cargan con responsabilidades que los hombres no y eso nos deja muchas veces fuera del mundo laboral. Esto implica una salud más precaria por la inexistencia de sueldos o la nula capacidad de ahorrar para la pensión. No son temas de tiempo, sino que las mujeres estamos expuestas a vidas más precarias”, destacó.
“(La Constitución) probablemente no será suficiente para resolver todos los problemas que se desprenden de una historia y una cultura profundamente patriarcal, pero es un primer paso tremendo que me hace pensar que solo pueden venir cosas mejores para las mujeres de Chile”, agregó.
Waleska Morales concluye: “Lo que principalmente buscamos las mujeres en esta nueva Carta Magna es la equidad e igualdad en nuestros derechos, la plena maternidad y el desarrollo laboral equitativo. Que nos vean como un aporte con capacidades más allá del rol de mamá. Pero sin apoyo ni resguardo no podemos avanzar”.