Macarena Guajardo es arquitecta de profesión y cofundadora y directora ejecutiva de Fundación Basura, organización sin fines de lucro cuyo objetivo es demostrar que la basura no existe, sino que es un invento del ser humano y que sin ella podemos tener una mejor calidad de vida.
Con el objetivo de construir una nueva Carta Magna estructurada en la ecología, feminismo y dignidad, Macarena Guajardo presentó su candidatura como constituyente por el Distrito 10 (Santiago, Providencia, Ñuñoa, Macul, San Joaquín y La Granja), apoyada por el Partido Ecologista Verde y representado a las organizaciones de la sociedad civil.
La Máquina conversó con Macarena Guajardo, quien se refirió a los ejes que sostienen su candidatura, la importancia política y social de los problemas medioambientales y sus expectativas para la redacción de una nueva Constitución para el país.
–¿Cuáles son los principales propuestas de tu candidatura?
La candidatura que estamos impulsando está estructurada en tres ejes principales: ecología, feminismo y dignidad. Tenemos que asegurar que esta nueva Constitución tenga una mirada ecológica, en la que se asegure el bienestar compartido entre la naturaleza, porque nuestra especie depende de ella y no al revés. También debe tener una mirada de género a través del feminismo y que asegure que todas las personas puedan tener una vida digna sin importar dónde nacen, sus apellidos, entre otras variables.
–¿Cuál es la situación o grado de importancia que se le da al cuidado del medioambiente actualmente en el país?, ¿ha cambiado con el paso del tiempo?
Chile siempre se ha jactado de ser líder latinoamericano de varias cosas, pero en términos socioambientales somos colistas. Por ejemplo, somos el país que más basura per cápita genera al año, rondando los 400 kilos por persona. Tampoco impulsamos ni firmamos el acuerdo de Escazú, lo que establece que a nivel político no existe la intención de proteger al activismo ambiental y a las personas que lo componen. También ha sido reconocido en Chile lo que sucede en las zonas de sacrificio, donde se privilegian los sectores económicos por sobre el bienestar de las comunidades.
La basura es uno de los indicadores más potentes de la desigualdad. En la región Metropolitana, las comunas de mayor poder adquisitivo son las que generan mayor cantidad de residuos per cápita, pero no lidian con problemas ambientales porque cuentan con vertederos ubicados en las periferias. En cambio, los sectores vulnerables son los que menos basura generan, pero son las que tienen que enfrentar los impactos de los residuos con los microbasureros y vertederos ilegales.
“Tal como se habló con la fallida realización de la COP25, podría decirse que somos un país con liderazgo ambiental, pero la realidad dista mucho de esa imagen que queremos proyectar hacia afuera”, complementó Macarena Guajardo, candidata al Distrito 10 como constituyente.
–¿Cuáles son las principales falencias de la actual Constitución con respecto al medioambiente?
Nunca me había tocado estudiar tan a fondo la Constitución, creo que a nadie, es una experiencia nueva para todos. Es muy positivo, porque permite a la ciudadanía poder involucrarse mucho más en temáticas que pasaban muy desapercibidas. Por ejemplo, el Artículo 19, inciso 8°, establece que es deber del Estado asegurar que el medioambiente sea libre de contaminación, pero existe un vacío, porque no se fijan cuáles son los límites de dicha contaminación. Eso es posible verlo en las zonas de sacrificios. Tú puedes declarar que hay un límite bajo de contaminación, pero aun así el medio no está considerado como un ecosistema equilibrado. La idea es modificar ese artículo en particular para determinar que sea sano y ecológicamente equilibrado.
Otra de las cosas que he podido descubrir es el sesgo o intención económica que hay alojada en la Constitución enfocada en el neoliberalismo y que se establece que este derecho u obligatoriedad de proteger al medio ambiente podría dejarse de lado si es que alguna actividad económica tuviera mayor relevancia. El objetivo de esta candidatura es poder centrar nuestros esfuerzos como país para propiciar el bienestar común.
–¿Consideras que la Carta Magna podrá arreglar todas esas falencias?
Muchas personas votaron “Rechazo” porque pensaron que una nueva Constitución no iba a solucionar nada, que las leyes podrían haber hecho más rápido todos los procesos requeridos. Y es posible que no se solucionen todas las problemáticas, pero acá hay una oportunidad paralela y mucho más profunda, porque es la ciudadanía la que va a construir la Carta Fundamental de manera participativa y conjunta, no como en la Constitución actual.
“Un requisito para que cualquier proyecto funcione es el involucramiento de la comunidad, de la participación y empoderamiento. Este proceso lo permite. Visibilizar las propuestas de la ciudadanía es lo valioso, inclusive podría pensar más que el resultado final. Estamos viviendo un proceso histórico. Nunca se había visibilizado el impacto que tienen las políticas públicas en la vida diaria”, añade Macarena Guajardo.
–¿Se le da importancia socialmente a las temáticas que propones?, ¿crees que ello podría afectar en tu votación?
La protección hacia el medioambiente empezó a ser tema hace solo unos años y durante el Estallido Social se intensificó un poco más. Las personas que viven en zonas de sacrificio fueron las que más votaron Apruebo, lo que demuestra que hay una necesidad de cambiar las cosas. Es una temática que hoy en día no está posicionada en la agenda pública como debería. Todavía se le mira como si fuera algo optativo, de activismo, de los hippies, como nos llaman; como curso opcional de la universidad, cuando realmente debería ser un curso de formación mínima.
Esta reciente visibilidad se la debemos también a todo el trabajo que ha hecho Greta Thunberg, a los y las jóvenes que están combatiendo las crisis climáticas de la sociedad civil, como la Sociedad Civil por la Acción Climática -SCAC-, Basura Cero Chile, entre otras. Hay cada vez más organizaciones que trabajan en visibilizar y combatir estas temáticas, porque cada día se evidencia más la relación que existe entre el bienestar del medio y el bienestar personal, compartido y comunitario. De ninguna forma podría pensar que podría jugar en contra de nuestra candidatura en una futura votación. Estamos aprovechando este movimiento, esta tracción que genera la visibilidad en este proceso constituyente para posicionarla aún más en la agenda pública.
–¿Es una prioridad política?
No, porque siempre se piensa que hay otras cosas más importantes: educación, salud, entre muchas otras. Pero reflexionando, el cuidado del medioambiente es una de las necesidades más básicas de todas, porque no puede haber nada si no vivimos en un lugar sano, con aire y agua limpia, con pedazos de tierra para cultivar alimentos, etc.
Asimismo, Macarena Guajardo afirma: “Estas son temáticas que hoy están empezando a sobresaltarse por el colapso ecológico que se está evidenciando a nivel planetario con las crisis climáticas. El hecho de que Chile no lo haya declarado, como sí hicieron otros países, es un indicio claro que no están puestas las prioridades allí. También se evidencia con el gasto público, que asciende a solo el 0,1%, lo que demuestra que la prioridad no está puesta tanto a nivel político como ciudadano, a pesar de que con el paso del tiempo ha sido la gente la que se ha preocupado y generado interés por erradicar esta problemática”.
–¿Cuáles son las medidas urgentes que debe tomar Chile con respecto a sus problemáticas ambientales?
Además del Artículo 19, inciso 8°, otra cosa urgente es considerar a la naturaleza como sujeto de derechos. Hoy un cerro o una montaña tiene su valor medido en función a la especie humana y en cómo lo usamos. Y eso no puede ser así, porque la naturaleza tiene un valor intrínseco propiamente independiente de nuestra mirada, experiencias y las lucas que algún sector pueda generar a costa de ella.
Otra cosa que estamos impulsando y sobre todo en conjunto con la fundación Vegetarianos Hoy, es considerar a los animales como sujetos, como seres sintientes y no como bienes muebles. Eso podría cambiar la manera de relacionarlos con los compañeros con quienes cohabitamos este espacio.
Hay que solucionar muchos temas de salud y educación que están en la actual Constitución y debemos corregir. También lo relacionado con el feminismo: que se considere como derecho la educación no sexista, gratuita y de calidad. Que el Estado se reconozca como plurinacional, solidario y descentralizado.
Tenemos que reflexionar qué país queremos habitar y también debería dejarse abierto el espacio para que en 20 o 30 años más la sociedad del futuro también pueda permitirse renovar la Constitución, porque seguramente no van a pensar igual que nosotros.
–En un principio decidiste lanzar tu candidatura como independiente, luego pasaste a formar parte del Partido Ecologista Verde. ¿Por qué diste ese salto?, ¿Crees que de alguna forma influirá en la cantidad de votos y credibilidad?
Al momento de lanzar la candidatura nos llegó un aviso a través del SCAC que anunciaba que el Partido Ecologista Verde (PEV) ofrecía cupos para personas independientes. Esta propuesta nos pareció interesante a pesar de que entiendo y comparto la visión de salirse de la esfera de los partidos políticos de siempre. Al momento de analizarlo, nos dimos cuenta que el PEV tiene principios que van de la línea con los nuestros. El partido está comprometido con las personas auto declaradas independientes, es solo que nos prestó la plataforma para ingresar al proceso.
–¿Por qué Macarena Guajardo debería ser parte de la redacción de una nueva Constitución para Chile?
Este proceso constituyente está trayendo una nueva manera de hacer política que es hermosa, porque no estamos compitiendo entre nosotros y nosotras, no busca convencerte de que votes por mi persona; si quieres hacerlo, bienvenido.
Acá surge un momento en la historia en que la política no es partidista, que dejemos de defender los interés e ideologías de una persona, y que nos pongamos a conversar sobre los principios de la comunidad. Ahora la ciudadanía tiene la posibilidad de identificar con quiénes se relaciona mejor o cuáles con los principios que persiguen. Mi llamado es a informarse, conocer todas las candidaturas y que pudiera votar por el principio, más que por la persona.
El llamado es a votar por personas que les representan y que persigan los principios de ecología, feminismo y dignidad.