En los albores de la década de los (locos) años 20, el cine sonoro daba sus pasos iniciales en una industria cinematográfica incipiente gracias al estreno del Cantor del Jazz en 1927, dirigida por Alan Crosland, siendo la primera película que contó con sonido, empañada por una deficiente calidad debido a los recursos técnicos de la época, por cierto. Pero que también fue la precursora del fin de las películas mudas para inicios de 1930, quedando estas sepultadas para el resto de la historia, salvo algunas excepciones como The Artist (2011).
Años después, las bandas sonoras más importantes quedarían en el imaginario colectivo, marcado épocas y generaciones. Sus melodías, muchas veces pegajosas, acompañaron y seguirán marcando desde el ámbito más privado del ser humano hasta los movimientos culturales, políticos y sociales.
Todos recordamos algún filme con su banda sonora que impactó con su acabado arte cinematográfico siendo el esfuerzo de productores, directores y staff para quedar en nuestra cultura sobre el cine o causar al menos más de una sensación en el espectador.
Un fenómeno que no solo se ha establecido en el cine, sino también en la televisión. Por lo que para esta ocasión hablaremos la historia detrás de “Bella Ciao” y su controversial origen como himno de lucha, en contraposición a su masificada popularización como soundtrack de La Casa de Papel.
Bella Ciao y la resistencia italiana
Según algunos testimonios recogidos por Cesare Bermani, uno de los mayores expertos de música popular italiana, contó para el diario español El País: “Una de las primeras versiones reivindicativas de Bella Ciao se remonta a la Primera Guerra Mundial. Se trataba de una suerte de protesta contra el sistema militar después del fracaso de la batalla de Caporetto, concluida con una victoria de los ejércitos austro-húngaro y alemán en 1917. De hecho, la palabra “invasor” es sustituida por “desertor”.
Pese a aquella aclaración, la procedencia de Bella Ciao es incierta. Se le otorgan dos posibles surgimientos: la mondine, por el canto de las arroceras (trabajadoras del arroz) en Italia, y la partisana en manos del posible autor de la letra, un médico, cuyo nombre de batalla fue Fiore.
La resistencia fue conformada por diversos conglomerados antifacismo: había democristianos, comunistas, socialistas, anarquistas, monárquicos y republicanos, entre otros.
O partigiano, portami via
Parte de la lírica de “Bella Ciao”
O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao
O partigiano, portami via
Ché mi sento di morir
El fascismo Italiano fue erradicado por los resistentes al régimen (partisanos), el 25 de abril de 1945, fecha en la que se conmemora el fin una época; cada año los italianos celebran la caída de Benito Mussolini en manos de este grupo. Este año se vivio una particular celebración consecuencia de la pandemia del covid-19: los italianos salieron a sus balcones para cantar Bella Ciao.
Actualmente, la polemica surgió en el Parlamento de la Unión Europea con la adjudicación como himno de lucha por parte de los socialistas europeos, quienes entonaron la melodía, ocasionando el rechazo y provocando la neurosis de los representantes de la derecha como Matteo Salvini y Giorgia Meloni, la cual escribió en Twitter: “Que el hecho era “escandaloso”, “ridículo” y habló de una Unión Soviética Europea”.
Carlo Ghezzi, de la Asociación Nacional de los Partisanos de Italia, afirmó: “Está claro que a la derecha no le gustan los valores del antifascismo en absoluto, pero estas polémicas empezaron el día después de la liberación. Nosotros no discutimos sobre esto desde el 25 de abril de 1945”.
Bella Ciao en la cultura popular
Alex Pina, creador de La Casa de Papel, popularizó Bella Ciao en esta época, sin duda al estilo que se lleva en estos tiempos; de lo que se consume y cómo se consume.
El “soundtrack” de esta serie, indiscutiblemente, se convirtió en el lema de un grupo de atracadores hastiados de un sistema, mandatorio, el cual aborrecen hasta el cansancio, retratado muy inteligentemente por su director.
También artistas como Manu Chao o Mercedes Sosa crearon su versión de Bella Ciao, cada uno más empático con su procedencia, o menos, incluso tenermos hasta su versión electrónica en manos de Hadwell y Madix.
Tanto es el revuelo de la sonata italiana Bella Ciao, que ha sido ocupada en marchas o manifestaciones sociales, ya que La Casa de Papel, con su ya popularizada indumentaria del overol rojo y su cánticos, ha sido tomada como inspiración por múltiples actores ciudadanos.
Sin reparos, Bella Ciao se convirtió en parte de la cultura popular cantado y coreado hasta el cansancio por jóvenes y cualquiera que enganche con su melodía sin saber su procedencia y cometido. Es así como tenemos incluso la versión más melodiosa y melancólica de la actriz Najwa Nizri, la inspectora Alicia Sierra en la serie, que fue usada en parte de los créditos.
Se puede deducir que moralmente puede existir una ambigüedad y contradicción entre lo que se cree y lo que en realidad es Bella Ciao en la Casa de Papel y lo que representó años antes. Es deber del receptor poner en una balanza lo vivido con lo que ocurre hoy y será de su juicio responder: ¿Es renovación de los valores o simplemente es trivialidad?