Gracias a los amigos de Warner Bros Pictures Chile, es que fuimos de las primeras personas en ver una de las cintas más esperadas del año: Joker 2: Folie à Deux. Además fuimos afortunados porque la vimos en la nueva sala IMAX del Cinépolis Plaza Egaña, que te asegura una experiencia totalmente inmersiva, con butacas renovadas, sonido envolvente y pantalla con tecnología láser.
Y aunque la vimos en una de las mejores salas de cine del país, salimos con un sabor de boca terrible.
La película trata sobre el juicio a Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), más conocido como Joker, y su posibilidad que le den la liberación acogiéndose a que tiene una enfermedad mental y que posee doble personalidad. En eso conoce a Harleen Quinzel (Lady Gaga) más conocida como Lee y se enamoran perdidamente. Y en eso, entran los números musicales que sirven como puente para mostrar su amor y también para la fantasía de Fleck. Pero nada funciona. Todo mal aquí.
Y ojo, el título de la reseña no es antojadizo. Se remonta a un diálogo de Fleck en donde le ruega a Lee que deje de cantar y se sintió el texto más honesto de la cinta. Y nosotros queremos lo mismo. Dejen de cantar. Paren esto. Por favor.
En Revista La Máquina te contamos cómo es sinceramente Joker 2: Folie à Deux, la esperada secuela del filme estrenado en 2019.
CINEMATOGRAFÍA: LO MEJOR DEL FILME
La dirección recae nuevamente en Todd Phillips, quien dirigió la exitosa primera parte. Y aún no podemos entender por qué existe la secuela. Por dinero, por presiones del estudio, por morbo, por compromiso, pero nada de eso importa. Porque ya está aquí.
Phillips nos devuelve al tórrido mundo de Ciudad Gótica, con sus ya clásicos tonos grises, planos americanos, primeros planos y demases. Cumple con la esencia de la primera y lo mejor del filme es la fotografía. Una preciosura. El trabajo de Todd, en ese sentido, es impecable. Pero sólo hasta ahí. Porque de aquí hacia adelante, cae en un espiral de errores y la cinta va en caída libre.
El guion es parte del gran problema. Lo que sucede aquí es que vemos alrededor de cuatro géneros al mismo tiempo y a Phillips le cuesta tomar la decisión sobre qué es su cinta: una película de un juicio, un musical o un drama que debería ser una secuela y mostrar una historia en particular. Sin embargo, Phillips no se decide y mezcla todos esos géneros, y como resultado dio una cinta sin dirección, que tienta a tener una trama clara, no obstante, prefiere enredarse y no llegar a buen puerto. Y todo pudo haber sido simple: Juicio de Joker, conoce a Harleen, liberación y luego el final.
Lo peor de la cinta no es eso, sino lo siguiente…
El filme no tiene una verdadera razón de ser. No se justifica. No se entiende. La decisión de los números musicales no es acertada, tanto que cada canción se siente forzada y que rompe un momento clímax de la escena, en donde todo iba bien.
Desde el inicio esta cinta se sintió innecesaria y todos asumíamos que la historia del Joker ya estaba contada. Pero no. Y además hay dos escenas tan pero tan incómodas, que hacen que la experiencia se transforme en un cringe rotundo.
¿Y el final? Sin comentarios.
PHOENIX Y GAGA: TALENTOS DESAPROVECHADOS
Hablemos de él. Joaquin Phoenix, el gran protagonista de esta cinta. El actor se consagró como un Joker distinto, desequilibrado y violento y su actuación gustó tanto que lo transformó en un ganador del Oscar. Ahora está de regreso y pareciera ser lo único bueno de la película, porque la esencia está. Sus gestos, su emoción, su violencia, su desequilibrio mental y todo lo demás está presente. Phoenix es tan buen actor que sólo necesita unos minutos en cámara para llevarse los aplausos. Hay momentos dramáticos impecables que sólo se ven entorpecidos por insípidas y aburridas canciones.
Si Phoenix le hubiera dado un enfoque más profundo y sin tanto adorno superficial, hasta podría haberse considerado nuevamente para la temporada de premios. Qué desperdicio.
Y luego está ella, Lady Gaga. La cantante y actriz se pone en la piel de Harleen Quinzel, más conocida como Lee. Si bien su personaje destaca, no termina por despegar. Poca química con Phoenix y además poco desarrollo de su personaje. Lo que sucede aquí es que todo se desencadena muy rápido: se conocen, se aman, se mienten y se va. Bordea lo injustificable. Lo mejor de su participación es su increíble talento vocal y los números musicales en donde la artista brilla y le quita los reflectores al Joker. Pero ¿más de eso? Nada. Nuevamente la desaprovechan. Mal ahí.
Además, la relación amorosa de Arthur con Harleen está llena de clichés. Sin profundidad. Miradas coquetas, amor, mentiras y ya. Todo mal aquí.
Como sucedió en la primera cinta, los personajes secundarios no tienen profundidad y casi sobran en la historia. A excepción de Gary, y debemos decir que la escena de juicio entre él y el Joker es una de las mejores escenas del filme. Lo poco que vale la pena.
Joker 2: Folie à Deux en palabras simples…
Joker 2: Folie à Deux es una película que dará mucho que hablar, no dejará indiferente a nadie y es completamente divisoria. O te gusta o la odias. Con una cinematografía brillante y un Phoenix que hace gala de su talento para sostener el filme, la cinta se hunde en su propio mar y no pretende salvarse. De hecho fácilmente puede aparecer en esos ránkings de las peores segundas partes. Todo mal aquí.