Dentro del mundo de la cultura pop y del Mundo Geek, es habitual que muchos de sus integrantes alentados por el fanatismo que generan algunas franquicias tanto como películas o series, cómics, etc., entren en el mundo del coleccionismo al comprar merchandising u otros objetos que con el tiempo se vuelven coleccionables.
En La Máquina te contamos sobre qué es el coleccionismo, qué es ser coleccionista, entre otros elementos que mes a mes iremos abordando dentro de esta sección de Mundo Geek.
Historia del coleccionismo
La carrera del coleccionismo parte desde la invención de la escritura y el afán por obtener conocimiento. Uno de los primeros registros que se tienen sobre coleccionismo es sobre el rey Asirio Asurbanipal, quien ordenó reunir en su palacio todas las tablillas que tuvieran textos grabados en ellas. Esta acción solo se llevó a cabo dentro de su reinado, puesto que los que la sucedieron no siguieron realizando dicha actividad.
No obstante, cuando los Medos conquistaron Nínive, arrasaron con el palacio, la biblioteca y la colección de tablillas; estas últimas al estar hechas de barro en su gran mayoría, soportaron las llamas.
Posteriormente, se han documentado a lo largo de la historia ciertos gustos por coleccionar, en su mayoría libros, ya que son considerados fuente de gran conocimiento.
Coleccionismo ampliado
Hasta este punto de la historia el coleccionismo solo era de libros, cuyo fin era preservar el conocimiento. Fue recién en el siglo XVI cuando el termino coleccionismo se “amplió” a todo tipo de objetos considerados bellos, raros y valiosos.
El “ocio” de coleccionar, como se le definía en aquella época, era un práctica que solo llevaban a cabo personas con alto poder adquisitivo, como reyes, la iglesia y los nobles. Los objetos como esculturas, pinturas u otros elementos raros pertenecientes a culturas antiguas, eran parte de estas amplias colecciones. Sin embargo, una vez que surge la burguesía, la aristocracia comienza a decaer por lo que las grandes y antiguas colecciones terminaron siendo compradas o donadas a los diversos estados.
De estas colecciones en un principio privadas, surgirían muchos museos que se mantienen hasta la actualidad como el Louvre, el del Vaticano y El Prado.
Coleccionismo en nuestros días
Si bien en la historia el coleccionismo surgió como un afán de preservar el conocimiento, actualmente es una afición que muchas personas en el mundo practican y las razones para ello son variadas.
Algunos lo hacen porque de esta manera pueden sentirse parte de la historia a través de dejar un legado sobre un tema en particular. Otros lo hacen por el fanatismo que les inspira algún personaje, saga de películas, comics, etc., debido a que a través de la colección de objetos de esta saga suelen expresarle a los demás y así mismos cuando significa dicho personaje o saga en sus vidas. Otros coleccionistas lo hacen simplemente porque los objetos de su colección tienen un valor especial que le han asignado ellos mismos.
¿Qué es ser coleccionista?
Ser coleccionista es tener como afición la agrupación y organización de objetos de una determinada categoría. El coleccionismo depende de la afición de cada coleccionista, es por esto que el contenido de su colección puede ser variado, pero con una temática en común, este criterio depende exclusivamente del coleccionista a la hora de elaborar su colección.
El ser fanático de una saga cinematográfica, de cómics, libros o personajes, cualquiera sea su procedencia, es una de las bases que impulsa a la persona a querer tener objetos representativos de su afición o fanatismo por dicho gusto.
Existen diversos tipos de coleccionistas así como de objetos de colección, sin embargo lo que tienen en común es el gusto o admiración por el objeto que está representado en su colección.
Tipos de colecciones
A continuación, te comentamos algunas de las colecciones que tienen nombre acuñado por el tipo de objeto que se colecciona y otras que ha ido surgiendo con el paso de los años para que puedas distinguirlas.
Bibliofilia: coleccionismo de libros.
Calendofilia: coleccionismo de calendarios de bolsillo.
Cartofilia o deltiología: coleccionismo de postales.
Cervisiafilia: coleccionismo de todo lo relacionado con la cerveza.
Conquiliología: coleccionismo de conchas de moluscos.
Filatelia: coleccionismo de sellos, sobres y otros documentos postales.
Hemerofilia: coleccionismo de recortes de periódicos u otras publicaciones impresas.
Filumenia: coleccionismo de cajas de fósforos (cerillas).
Glucofilia o glucosbalaitonfilia: coleccionismo de sobres de azúcar.
Loterofilia: coleccionismo de décimos y series de lotería nacional.
Muñecofilia: coleccionismo de muñecas.
Notafilia: coleccionismo de billetes.
Numismática: coleccionismo de monedas.
Agustidofilia: coleccionismo de llaveros de lugares
Colección de videojuegos: todo lo concerniente a la historia de los videojuegos y los diversos tipos que existe, ya sea vintage u actuales.
Colección de comics: son novelas gráficas o historietas, las cuales poseen diversas clasificaciones y tipos.
Colección de figuras de acción: Poseen diversos tipos y clasificaciones, ya sea por franquicia, escala o por el mismo coleccionista dependiendo el valor que este le asigne según lo que signifique dicha figura para si mismo.
Colección de armas: Ya sea antiguas, actuales, también dependen mucho del coleccionista que las junte.
¿Dónde conseguir figuras coleccionables?
En esta lista hemos mencionado algunos tipos de colecciones, pero como señalamos anteriormente todo es coleccionable si tiene un valor para aquel que lo colecciona. Actualmente, las colecciones de figuras de acción pertenecientes a sagas como Star Wars, Marvel, DC, Transformes, por solo mencionar algunas, tienen una mayor cantidad de número de adeptos que van creciendo día a día impulsados por la industria cinematográfica y los comics, por lo que año a año se lanzan nuevas figuras.
Y ¿tú te consideras coleccionista? Si tu respuesta es sí, te invitamos a visitar Wyvern Chile, donde podrás encontrar diferentes tipos de figuras para tu colección. Sin embargo, si la respuesta es “no”, nunca es tarde para comenzar, la invitación está hecha.
