Scream: la cinta que marcó un antes y un después en el cine de terror

La icónica película de los 90s, Scream, dirigida y protagonizada por Wes Craven, quedó en los anales de la cinematografía por revindicar a un cine que había perdido potencia en la calzada del terror, con personajes emblemáticos como brujas y jóvenes, toques humorísticos y de parodia, y una identidad propia con solo mirar la máscara del asesino serial, mejor conocido como Ghostface.

Asimismo, arribó en el momento en que sagas como Leyenda Urbanas, Sé lo que hiciste el verano pasado y Scream marcaron una época.

La labor del director Wes Craven fomentó el rempuje de este género de suspense-terror, con una ingeniosa labor publicitaria y de enganche para el espectador.

Cuando se presentó el guion de Scream a los productores ejecutivos, no los sorprendió lo bastante como para entusiasmarse e invertir como cualquier cineasta desearía. Se atrevió con una estrategia que convenció a la audiencia y a los inversionistas.

La idea consistía en presentar a la actriz Drew Barrymore (E.T, Las ángeles de Charlie), como protagonista en el téaser de la película y matarla a segundos de iniciada la película *spoiler no tan spoiler*, así como presentarla en revistas. La idea llamó tanto la atención que se transformó en la película de moda de ese entonces y confundiendo al público siendo otra la actriz que tomaba el rol protagónico, Neve Campbell.

Esto último, obviamente, fue una idea que Craven llevó a cabo pensando en una parodia de los habituales arcos argumentales de una cinta de este género, ya que normalmente el protagonista sobrevive hasta el final, dejando un charco de sangre a su haber. Algo que Scream rompe severamente desde los primeros instantes.

Tal fue el impacto mediático de este filme, que incluso se realizaron sátiras de sus más famosas escenas y personajes como en Scary Movie. 

Scream la puedes encontrar en Netflix.