“El sabor de las cerezas”: Centro Arte Alameda estrena cinta iraní premiada en Cannes que reflexiona sobre el suicidio

Desde el jueves 16 de septiembre, una nueva película de Abbas Kiarostami se suma a la SALA VIRTUAL del Centro Arte Alameda (todos sus estrenos y noticias acá). Se trata de “El Sabor de las Cerezas”, un relato existencialista que, con bastante sutileza, reflexiona en torno al suicidio, justo en el mes donde abundan las campañas de prevención.

Cabe destacar que Abbas Kiarostami consiguió el reconocimiento internacional con la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1997.

“El Sabor de las Cerezas” (1997) es una historia a simple vista sencilla, pero que contiene un concepto complicado de tratar. Un hombre desesperado y empeñado en suicidarse intenta conseguir la ayuda de alguien para asegurarse de que está enterrado, muerto y no vivo. ¿Puede encontrar un hombre compasivo que le haga un favor tan inusual a cambio de una gran recompensa monetaria? El protagonista tiene un objetivo claro, pero se ramifica en complejas dimensiones y subtemas relacionados con la condición humana, la legitimidad del acto de suicidio y muchos otros significados.

El personaje en cuestión es Badii, quien conduce en los alrededores de Teherán, evidentemente buscando esa persona que le ayude en su cometido, aunque pasa un tiempo antes de que este se revele. Badii es de mediana edad, parece bastante próspero y conduce un vehículo que, dado el entorno, parece un lujo. Se detiene en un sitio de construcción y, sin salir de su vehículo, le pide algo a un joven; este último lo evita y desaparece detrás de un callejón. Badii luego aborda a otro joven que lleva bolsas de plástico, que vende a una fábrica de reciclaje. Él también se niega a tener nada que ver con Badii, que se adentra en el campo, un desierto rojizo-parduzco de arcilla y rocas desprovisto de verde, incluso los árboles parecen pardos y muertos.

El suicidio según Kiarostami: Destacado en Centro Arte Alameda

Siendo uno de los máximos representantes de la nueva ola del cine iraní, Kiarostami se sumergió en las problemáticas elementales del ser humano con una solemnidad que conmueve.

¿Qué problemática elemental del género humano puede ser más importante que el suicidio? Mucha gente se ha preocupado por su comprensión, desde los gobiernos, las ciencias sociales hasta la literatura, el arte, la filosofía. “El sabor de las Cerezas” alberga este tema.

Esta película no revindica el suicidio, sólo nos pone en el lugar de una persona que decidió no seguir viviendo. El protagonista, sin embargo, necesita ayuda de una persona dispuesta a hacer lo que sea por 200 mil tomanes.

De hecho, es una potente señal que esta historia transcurra en las afueras de la capital de Irán, sugiriendo que su deseo de suicidarse ha sido reprimido o mal visto en su círculo más cercano.

Ann Hornaday afirmó en Baltimore Sun que es “Un exquisito retorno al cine más íntimo, alusivo y humanista”

Edward Guthmann, de SFGATE, sostuvo que “Kiarostami no tiene prisa, pero el respeto y amor que muestra por sus personajes y la confianza y sencillez de su técnica, la convierten en una experiencia satisfactoria”.

Los precios de la suscripción van desde los $3.890 mensual con tarjeta de crédito y $4.290 mensual otros medios de pago.

También podría gustarte