Crítica | “ELVIS”: Una frenética y vibrante biopic que ilusiona pero cae en clichés

Las películas biográficas siempre dan de qué hablar, ya sea por el artista en cuestión, la forma de narrar su historia, los datos falsos para “mejorar” y darle “dinamismo” a la cinta o la manera en la que pretenden exponer el legado del artista y que no siempre es fiel a la historia verdadera. Pero seamos justos, también esto es una película, una historia de ficción, en donde su principal objetivo no es narrar un hecho verdadero, sino entretener a la audiencia y crear ganchos con la vida pública y privada de un artista. He ahí lo primero a saber de “Elvis”.

Dicho lo anterior, llegó a los cines nacionales una nueva película biográfica sobre la vida de Elvis Presley, uno de los mayores exponentes de la música del siglo XX. El filme nos muestra el auge y caída del llamado Rey del Rock N’ Roll, pero con un toque diferente. Es narrada por su enigmático y misterioso mánager, el coronel Tom Parker. Por ende, “Elvis” se enfoca en esta dependiente relación de trabajo y que luego tomó ribetes más complejos a medida que el artista buscaba nuevos aires en su vida y carrera.

Toda una novedad narrativa en cuanto al formato biopic, como “Bohemian Rhapsody”, hasta que comenzamos a sentir que esto ya lo habíamos visto antes y que Elvis siempre estuvo fuera del edificio.

ELVIS: UNA CINEMATOGRAFÍA AL ESTILO LUHRMANN

Lo primero que hay que decir es que la película está dirigida, producida y escrita por Baz Luhrmann. Para los que no lo conocen, Luhrmann es el director de grandes filmes como “El Gran Gatsby”, “Romeo + Julieta” y “Moulin Rouge”. Tiene un estilo bastante definido de dirección, siendo criticado y alabado por sus propuestas audiovisuales. Ahora se sumerge en el mundo de las biopic e insinúa querer darle un refresh con su icónico estilo. Cosa que consigue, pero a medias.

La película es frenética, llena de brillos y fuegos artificiales, con tiros de cámara rápidos y poco clásicos, dinámica y con muchas cosas sucediendo a la vez. No obstante, también es desordenada, con cuatro líneas temporales ocurriendo casi al unísono, siendo una obra que se infla, se desinfla y se vuelve a inflar.

Quizás su larga duración ayude a que sientas que en la mitad la película pierde fuerza, pero al final se redime y termina siendo una correcta película biográfica que pudo ser más.

“Elvis” propone que el antagonista narre esta historia y agradecemos enormemente la nueva apuesta. Sin embargo, se queda hasta ahí, ya que, al final de cuentas, se suma a la larga lista de biopics que no renuevan en su formato, esas que endiosan al artista, que poco hablan de sus sombras y que siempre terminan siendo la víctima que nunca asumen las culpas.

También el guion (escrito por cuatro personas) hace lo suyo y plantea un Elvis bastante ingenuo y que en un momento quiso tomar el control de su vida y carrera, pero siempre terminaba volviendo al coronel. Además de presentarnos un libreto basado en clichés para construir a sus personajes, es bastante predecible; no tiene giros de trama ni bruscos cambios en la historia.

Como siempre, Luhrmann destaca en vestuario, ambientación y fotografía, convirtiéndose la cinta en una belleza visual. Una paleta de colores siempre teñida con dorados, rojo y negro, una perfecta ambientación de la época de los 60s y 70s, y un vestuario fiel al original.

Elvis (2022).

Asimismo, Luhrmann tiñó la película con los conflictos político-sociales de la época y como el cantante rompió el molde de aquellos años con sus “censurables” movimientos de pelvis; también en como se influenció de la música afroamericana siendo blanco y la manera en que se atrevió a lanzar una icónica “canción de protesta” a espaldas de su controlador mánager.

Punto aparte es la banda sonora del filme que puedes amarla u odiarla. La cinta sólo tiene sus canciones más significativas e importantes y lo que puede molestar o no comprenderse del todo son los remixes con raperos famosos actuales que aparecen en algunas escenas y que te hace cuestionar el porque decidieron darle un toque de actualidad a la música del artista. Luhrmann lo hizo excelente pero no mantiene su propuesta hasta el final.

Elvis (2022).

UN BRILLANTE ELVIS, CON UN CAST LLENO DE CLICHÉS

Aplausos de pie para Austin Butler. Este joven y desconocido actor para muchos llegó pisando fuerte con su protagónico, siendo el alma del filme. Lleva en sus hombros la película, recomendándose verla subtitulada para que puedas apreciar el excelente trabajo del intérprete. Debemos decir que logró el acento del cantante casi a la perfección, sus movimientos de pelvis y cadera son idénticos y trata de ponerle humanidad a su personaje cuando se enfrenta con sus demonios internos.

Butler se ganó su papel a pulso y se lo arrebató a otros candidatos como Harry Styles, Miles Teller y Ansel Elgort, solo para confirmar que él era el perfecto Elvis. Pareciera que nació para personificar al cantante y no sería sorpresa que se transformara en un actor multinominado por este rol. Nunca se sintió tan real una interpretación. Esto es una actuación y no una imitación; te aplaudimos por ello.

Tom Hanks en Elvis (2022).

Su contraparte es Tom Hanks, experimentado actor que sabe perfectamente lo que hace. Él nos trae al desconocido coronel Tom Parker, que incluso era desconocido para el actor. Se tiene muy poca información verídica del mánager, salvo las denuncias después del fallecimiento de Elvis Presley y lo que ha contado su familia y amigos del cantante.

Así que, con poca información oficial, el actor y Luhrmann no lo dudaron y echaron mano al cliché para construir al personaje. ¿Resultado? El típico mánager explotador, manipulador, calculador, frívolo y perspicaz. Hasta en su aspecto físico cae en el cliché. Si bien se parece al original, nos negamos a creer que este tipo pudiera haber sido de esta forma.

No confundir, Hanks sabe trabajar el cliché, pero esta película merecía más que eso.

El cast de ensamble está perfecto en sus roles, pero da la sensación de que no se les da la importancia que se debería. Por ejemplo, Priscilla Presley es netamente importante porque Elvis le da relevancia; su tiempo en pantalla es escaso y nunca se siente como lo que fue: la mujer más relevante en la vida amorosa de Presley.

También la familia de Presley se posiciona en un segundo plano, sobre todo su madre, que, para quien lo sabe, es por lejos la persona más importante en la vida del cantante. Si bien se dan atisbos, ya que la actuación de Butler lo permite, no explora en esta cercana y afiatada relación. Y aunque se siente el dolor por su fallecimiento y el cambio en su vida que eso significó, no profundiza.

Todas las influencias de la música afroamericana, de igual forma, están presentes, pero no se indaga en nada más que la relación entre el coronel y Elvis. Que si bien siempre se supo, se siente que están en la película para agregar contenido blando y sin explorar otras capas de la vida de Presley.

REALIDAD VS FICCIÓN VS OMISIÓN: EL ETERNO PROBLEMA DE LAS BIOPIC

¿Hay que confiar en las biopic para saber de la vida de un artista? No. ¿Hay algunas cosas que ficcionan para hacer de la película algo vendible? Sí. ¿Las biopic (o cintas biográficas) son utilizadas como un “lavado de imagen” cuando la familia del artista las apoya con tanta vehemencia? Absolutamente.

Todo esto existe en “Elvis” y es por eso que no logró salir del molde de la típica cinta de este subgénero. Hay situaciones y datos que derechamente son falsos, como el inexistente enfrentamiento entre Parker y Presley; hechos que se “maquillaron” como la reacción del artista al fallecimiento de su madre y cosas que omitieron o que se tocaron con “poca profundidad”, siendo un ejemplo la adicción a ciertas drogas, su problema con la alimentación y su debatible relación con Priscilla en la que, si bien había amor, nunca se habla de la notoria diferencia de edad o que la chica apenas tenía opinión en su relación amorosa y familiar.

Tampoco se retrata la polémica que siempre ha rodeado a la carrera musical de Elvis Presley: el robo de la música a artistas afroamericanos y que popularizó por el hecho de ser un artista blanco. Pero el Rey del Rock & Roll siempre asumió su gusto por este tipo de música e incluso aseguraba públicamente el hecho de tener influencia de música afroamericana y que en ningún momento quería “aprovecharse” de eso para buscar fama.

Pero también esta cinta cuenta con la venia de la familia. Luhrmann, Butler y todos los demás fueron fuertemente apoyados por la familia Presley y, por ende, el filme contaría lo que los familiares quieren contar. En ningún momento se iba a mostrar el lado negro u oscuro del cantante, ya que lo más probable es que la película no hubiera podido ver la luz. Solo se dedicaron a aumentar la leyenda musical del artista, blanquear su imagen y dejarlo cómo una gran estrella de la música. Como lo que realmente fue.

Elvis (2022)

EN PALABRAS SIMPLES….

“ELVIS” es una buenísima película biográfica, que debe verse subtitulada para apreciar el estupendo trabajo de Butler. Lamentablemente no cumple con las expectativas que generó y termina siendo una más en el género de las biopic. Pero se aprecia el intento, la frescura y lo vertiginoso del filme. Tan vertiginoso que en dos horas y media Elvis dejará el edificio.

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