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Entrevista| Felipe Gost, la aterciopelada voz que quiere enamorar a Chile

Muchos añoran ese calor primaveral que cubría y, en algunas ocasiones, abrasaba a Santiago durante gran parte del primer semestre de este año; una sensación térmica entrañable que acompañó una sosegada y amena conversación junto a uno de los cantantes de pop romántico más exponenciales de los últimos años: Felipe Gost, quien brindó parte de su tiempo para conversar junto a La Máquina.

Gost, un santiaguino con hambre de arte, música y fútbol, tuvo sus primeras experiencias en las líricas en su adolescencia. A los 13 años formó su primera agrupación junto a sus amigos, la cual estaba más orientada al rock y al funk; a los 17, de una manera más formal, empezó a recorrer pubs y centros de Santiago, entregándole a los adoquines capitalinos setlists repletos de covers y algunas composiciones personales.

A los 20, tal como nos relató, empezó a trabajar más profesionalmente en su voz junto a Ricardo Álvarez, director de Artes Vocales de Myriam Hernández. Esto, debido a que su calidad vocal empezó a tener algunos problemas por la sobre exigencia al cantar en la calle y sin técnica, máxime al no tener una preparación adecuada, algo que, por supuesto, ya no es parte de su historia.

El camino de Felipe Gost ha tenido variadas travesías musicales: Cainabel fue el nombre de aquella banda formada en su juventud, naciendo los EP’s Siempre (2006) y Rastros (2008), pero su carrera solista cimentó su génesis en los albores de 2013, cuando se contactó con el destacado productor Gustavo Bosch y concretan el single “Morena“, uno de sus mayores éxitos comerciales.

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Morena, por Felipe Gost.

De ahí en más, este cantautor adicto al amor vociferante y atrevido, lanzó un disco llamado Conexión (2016) –muy recomendable-, un EP bajo el nombre de Enamorados (sesiones en vivo) y distintos singles como Mis latidos y Desde la cabeza a mis pies.

En nuestro diálogo con Felipe Gost, él nos relató su lado más personal ante lo que significa ser artista en Chile, sus aspiraciones en un futuro no tan lejano, sus pasiones más bien escondidas y una crítica latente a una industria nacional poco solidaria con el artista no tan popular.

Felipe Gost en vivo. Gentileza: felipegost.com

Felipe, sabemos que tu carrera solista lleva poco tiempo, pero en la antesala, ¿cómo ha sido la experiencia desde que empezaste en la música, especialmente pasando por Projazz, con grandes productores y artistas?

Hay dos etapas en mi carrera. Está la etapa de investigación, más novata, con bandas, toqué mucho. Luego, vino una segunda etapa donde fui más profesional, dentro de eso están mis estudios en la música cuando estoy en la necesidad de hacerlo. Y en la escuela de Myriam Hernández pude mejorar, me perfeccioné y pude meterme más en lo profesional de la música. Necesitaba potenciar mi voz. En un tiempo más, entré a Projazz, no a la carrera, sino que talleres. Fue como ir al gimnasio. Estar entrenándose constantemente. Estuve hartos años parado allí. Y allí comencé con una banda, que en realidad fue como mi escuela, todo lo que sé hoy. Todos los condoros me los mandé allí, ja, ja, ja. Esa banda me entregó muchas herramientas. Siempre me gustó mucho el rock y el pop, pero siempre he tenido esta cercanía a lo romántico, en inglés también, como The Beatles.

¿Y cómo fue tu proceso en específico en Projazz, qué es lo más mejoraste en términos vocales?

Tuve una profe muy buena. El proceso fue de perfeccionamiento, ya venía antes con estudios, con Ricardo Álvarez, con animadores, con cantantes. Tuve la suerte de tener cercanía con él, era vecino mío. Yo tocaba en la calle y me retó porque cantaba allí, porque emitía bulla, ja, ja, ja. Ahí me di cuenta de que era él. Cuando tuve mi primera crisis vocal fui donde Luis Jara y Ricardo. Y después, estuve un año intenso con él (Ricardo Álvarez), que me ayudó mucho para el futuro. Y me fui a algo más estándar. Hoy manejo más la técnica. Projazz fue algo así como ir todos los días al gimnasio, estuve tres años. Siempre hay que estar trabajando.

Bajo todo este perfeccionamiento que has estado interiorizando, Felipe, también se infiere que has mejorado y construido tu estilo musical, sabiendo que comenzaste con algo más funk y rock. Pero ¿cuál es el sello artístico que tiene Felipe Gost hoy?

En forma natural, me meto más en lo romántico, pero más alegre. No como el de baladista clásico. Soy de hablar temáticas del amor más positivas, más conquistadoras. Fue una opción natural; tiene que ver con las experiencias de vida de uno. Mi disco tiene sonidos medios funkeros, alegres, románticos, cuenta historia, ficción. Entonces, en mi primer disco, que se llama Conexión, se lanza el 2016, ese disco ya venía con singles difundidos, que marca todos mis gustos, que es muy jazz, con baladas, trompetas, hasta bachata. Fue un disco atrevido. Pero lo que me hizo saber eso, fue conocer dónde me sentía más cómodo. Empecé a conseguir un estilo más propio.

Felipe Gost – En vivo Sala SCD Plaza Egaña, 21.12.2016 – Gentileza: felipegost.com

Y dentro de tus conciertos y la cercanía con tu público de este género, ¿cómo ha sido estar arriba del escenario, ya con singles y más audiencia?

A mí me encanta tocar en vivo, pero toco poco, porque soy más independiente. Tenemos que lidiar con muchas cosas, como el presupuesto. Es preferible invertir en un single, aunque viajo harto, siempre estoy viajando. Los presupuestos hay que manejarlos. El show en vivo es lo mejor para mí, pero cuando lo hago es para estar con la gente, escuchar tus canciones en vivo. Es una forma de demostrarle a la gente que eres de verdad, que cantas, que puedes armar un show, que no hay pista. Para mí, el vivo es lo mejor. Me encantaría tocar a cada rato.

La mayoría de los artistas internacionales actualmente están obteniendo más ingresos con conciertos que con discos, ¿qué te parece esto?, ¿crees que en Chile falta una cultura de shows y potenciar los conciertos?

En realidad, yo creo que la tendencia es esa y no hay nada que hacer. Hay mucha inmediatez y rapidez con los contenidos. La gente no se da el tiempo de escuchar un disco, la gente quiere canciones. Si no te agarró en diez segundos, vamos a la siguiente. Hay un tema del tiempo. La demanda es en el minuto. Si quiero música, es Spotify; si quiero escucharte y no estás en ITunes, no vales. La gente es exigente. Entonces, los artistas necesitamos tener contenido constante. El disco, al final, es un compilado de varios singles. Un alimento, un regalo, pero que envuelve un concepto. Me encantan los discos, pero sé dónde estoy. Es preferible gastar en un single que en un disco, que es muy caro. Eso es para mí un disco hoy: cerrar ciclos, porque los artistas pasan por etapas, son fotografías del momento. Un cierre es una buena excusa para hacer un disco. La tecnología nos obliga a estar alineados. Chile no está lejos de entenderlo.

Último single de Gost: Mis latidos.

Bueno, hablando un poco más de tu disco Conexión y en lo que viene con tu próximo álbum, tocas una diversidad de contextos que están vigentes, pero ¿cuáles son para ti los mensajes más importantes a relucir?

Este disco trae un mensaje más del amor general, estoy hablando más de mensajes sociales, más claros, generar fuerza en el amor. Pero igual tiene varias canciones de cosas distintas. Desde el amor, la discriminación, por ejemplo. Un mensaje de quien descrimina, pero no del odio, sino algo como “entiéndelo”. Debiera ser (este nuevo disco) más escalador como una propuesta de mensaje.

¿En Chile, crees tú, faltan artistas que entreguen más mensajes concretos y concientizadores en sus letras?

No es obligación, pero yo creo que es bueno nutrir a las personas con mensajes responsables. Y eso, creo, que está bien hacerlo, pero no hay que aprovecharse. También debe haber una producción y calidad. Mientras el mensaje aporte, está todo bien. Y yo creo que más que falte, no es fácil hacer una canción así, según cómo se aborda el tema. Uno se puede equivocar. Meterse en esos temas, no todos corren ese riesgo. Yo lo hago porque estoy un poco más lanzado con ello, no encasillándome tanto. Quiero hacer buenas canciones y que suenen en la radio.

Justamente sobre la radio, ¿crees que sigue siendo un medio importante de difusión musical en Chile? Sabiendo que plataformas como Spotify son la fuente de oro de difusión.

Sí, súper (importante). Yo sueno en radios más locales, acá en Santiago en algunas, no tengo una rotación alta, como quisieran muchos. Me encanta estar en regiones. Obviamente, no puedo negar que es importante, porque yo he sonado en la radio. Es distinto a Spotify, porque es más global, ahí puedes tener 2 millones de reproducciones, pero solo 10 son chilenos, pero igual es más masivo. (Construir) El fan duro es un trabajo más complejo. Al final te das cuenta de que la radio es importante, pero es un medio más. Todo suma. En regiones es muy potente. Tiene que ver con un tema estético también, sonaste en la radio y te da un estatus.

Lanzamiento Felipe Gost, álbum Conexión Sala SCD Plaza Egaña 21.12.2016 – Gentileza: felipegost.com

¿Cómo han sido los espacios en regiones?, ¿esperas estar en festivales importantes tanto en Santiago como a lo largo del país?.

A mí me encantaría estar más en festivales. Lo que pasa es que los artistas de baladas románticas, pop romántico tiene menos espacio en festivales, lo que es natural. Es por tendencia, porque lo latino es boom, como Santa Feria, Américo, miles más, son los que tienen más pega, porque es alegría. Lo romántico es para otro escenario, para el casino, un Caupolicán, un Teatro Teletón. No entra en estos festivales. Yo trato hacer de todo, adaptando. En la Cumbre (del Rock), ha estado Mon Laferte, que no es rock, por ejemplo. Se han abierto más. Me gustaría, pero estoy armando un repertorio que sea adaptable. Estuve en Concepción, súper bien, en un local chico, pero igual había otra banda ese día, es la cuna del rock. Es un público especial el romántico.

Y cuéntanos, Felipe, además de la música, ¿qué otra afición artística posees?

El fútbol… ¿es artístico? Ja, ja, ja, ja. No, pero me encanta el fútbol; si no era músico, era futbolista, eran mis dos opciones. Soy re malo para otras cosas artísticas. Mi hijo me ha obligado a descubrir otras facetas mías, me ha hecho dibujar y veo que soy bueno. Cuando chico, me bloqueaba solo. Entonces ahora, cuando dibujo, veo que tengo habilidades. Algo le pego. Pero artístico,,, siempre fui de instrumentos, de batería, piano. Fuera de la música, no hay más. Jugué en la Católica, en Colo-Colo. Soy de la Católica. Pero me he alejado de eso, me gusta más jugarlo.

Cien mil mensajes, un single que tuvo un gran trabajo de producción.

¿Qué proyectos tienes a futuro, aparte de discos, pretendes internacionalizar tu carrera?

Me gustaría salir. Nunca he salido y me gustaría ir a Argentina. En las redes, uno va midiendo un poco. Se ha dado que mi música pega en el público argentino y lo estoy evaluando. Un concierto más pequeño, es lo primero que tengo en mente. Pero no he buscado una internacionalización, hay que testear primero. Argentina no es fácil entrar, porque son muy arraigados. La radio toca mucha música de ellos. Yo creo que quiero primero es conquistar acá, es un país pequeño, que no pasa tanto que crecer. Hay harto músico, pero pocas personas. Ese es el camino. Me acomoda estar acá, hacer música, pero si la vida me lleva para afuera, obvio. Si acá siento que toqué techo y necesito algo más, sí. Pero Argentina es un hecho. Y México… igual soy arraigado a la gente de acá, no va conmigo irme.

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